Cada vez son más los ayuntamientos que apuestan por la biomasa para sus edificios públicos

La biomasa, sinónimo de ahorro

Existen experiencias de muchos años, como la del Ayuntamiento de Cuéllar, que desde hace casi 20 tiene a la biomasa como fuente de calor y de ahorro

Estefanía Ureña

80.000 euros ahorrados en cuatro años. La cifra la dan desde la diputación de Girona. Y corresponde a lo que han conseguido no gastarse en gasóleo en el ayuntamiento de Arbúcies.

Desde hace 13 años esta localidad catalana, con 6.500 habitantes, se ha propuesto aprovechar al máximo sus recursos naturales. El 90% de su término municipal está dentro del Parque Natural de Montseny, Reserva Natural de la Biosfera.

Disponen de 15.000 metros cúbicos de madera pero sólo consumen 3.500. Eso significa que tienen una reserva de biomasa de 11.000 toneladas. Con semejantes cifras no es de extrañar que utilicen esta fuente de energía alternativa como red de calor. En un plazo de cuatro años quieren que todos sus edificios municipales se calienten con calderas de biomasa.

Pero también se han propuesto llegar a la vivienda particular. Y eso es lo que está consiguiendo el ayuntamiento de Cuéllar. En esta localidad segoviana la biomasa se utiliza tanto en edificios públicos como en viviendas unifamiliares y residenciales. Al año llegan a ahorrar hasta 575.000 litros de gasóleo.

Además del ahorro económico está también el tema medioambiental. En España, el año pasado, se evitó la emisión de más de tres millones y medio de toneladas de CO2 gracias a la utilización de biomasa.