De los cerca de 450.000 afectados, más de 30.000 son de Castilla y León. Muchos de ellos perdieron prácticamente todos sus ahorros y cinco años después sólo les queda la esperanza de recuperar algún día parte de ellos.

Parece lejano pero Aquilino recuerda perfectamente cómo reaccionó aquel 9 de mayo de 2006. Cómo él, cerca de 30.000 castellanos y leoneses vieron entonces como esos sellos que tantos beneficios prometían acababan convirtiéndose en una que cambiaría por completo sus vidas.

En el caso de Conchita la jugada del destino fue aún peor. La mala suerte quiso que la decisión de invertir los ahorros de toda su vida en Afinsa llegara apenas dos meses antes de la intervención.

También lo creía Gonzalo. Él no sólo había invertido en sellos; también trabajaba como comercial en Fórum Filatélico. No renuncia a continuar la lucha, aunque sigue sin entender el abandono que para él muestra la clase política.

Como ellos, miles de afectados continúan con la esperanza de recuperar la mayor parte de sus ahorros. No será nada fácil, lo saben, pero tienen claro que no tirarán la toalla.