SOCIEDAD

Vivimos en primera persona el permiso penitenciario de un recluso después de las restricciones de la pandemia

Después de casi dos años de prisión, Néstor Moreno vive esta experiencia con los ojos de un niño. Asegura que ese tiempo le ha hecho recapacitar y ser otra persona

Castilla y León Televisión

La COVID-19 obligó a suspender los permisos penitenciarios, el paso previo indispensable para el tercer grado o la libertad condicional. Hemos acompañado a un recluso de Zamora en su primera salida después del fin de las restricciones. Después de casi dos años de prisión, Néstor Moreno vive esta experiencia "como un niño cuando sale al recreo". Aunque ahora cuando se han retomado los permisos, suspendidos por el coronavirus, los presos han visto su libertad fuera también está limitada. Lo que más les cuesta es llevar la mascarilla

Cáritas da techo y compañía a los presos sin recursos durante los permisos penitenciarios. En el exterior las llamadas a la familia en otro país no están restringidas como dentro de la celda: "Yo hablo con ellos toda la noche por teléfono y ellos están locos porque vuelva el abuelo y los hijos, el papá", nos cuenta Néstor. Las malas decisiones le llevaron a la cárcel, pero dentro de poco sus días en prisión habrán terminado: "He tenido mucho tiempo de recapacitar y ver los errores que he cometido en la calle y yo sé que soy otra persona"