Mantiene su petición de 40 años

El Fiscal dice que los crímenes de Shaolín 'representan la maldad en sí misma'

Un informe de la Ertzaintza asegura que Otuya pidió ayuda aprovechando que Aguilar 'estaba ocupado en el descuartizamiento' de Rebollo

Europa Press

El Fiscal ha asegurado que los crímenes de Yenny Rebollo y Ada Otuya por Juan Carlos Aguilar, conocido como 'el falso monje shaolín', "representan la maldad en sí misma", pero ha rechazado que hubiera ensañamiento, por lo que ha mantenido su petición de 40 años de prisión para el acusado por dos asesinatos con alevosía.

Mientras la defensa del acusado también ha negado el ensañamiento, la acusación popular, ejercida por Clara Campoamor, y la familia de Otuya han asegurado que sí lo hubo porque el procesado causó "un sufrimiento inhumano" añadido a la nigeriana de 29 años.

Por ello, Clara campoamor solicita un total de 45 años de prisión por los dos crímenes y el letrado de los familiares de Ada Otuya 25 años. Por su parte, el letrado de la familia de Yenny Rebollo pide 20 años al no haberse podido determinar las circunstancias en las que falleció la colombiana de 40 años, ya que Aguilar descuartizó el cadáver.

Será ahora el jurado el que determine si le considera culpable o no y si considera que hubo o no ensañamiento. Al concluir la vista oral, el magistrado-presidente, Manuel Ayo, ha instado a Juan Carlos Aguilar a levantarse y acercarse al micrófono para hacer uso del derecho a la última palabra. "¿Quiere usted hacer alguna manifestación?, le ha preguntado. "No, ninguna", ha sido la respuesta del 'falso monje shaolin'.

IMÁGENES

Este miércoles las partes han elevado a definitivas sus conclusiones. Con anterioridad, se han visionado unas imágenes de índole sexual grabadas por el 'falso shaolín', en las que éste aparece con diferentes mujeres, una de ellas Rebollo.

En las grabaciones aparece una mujer, a la que, a la vez que mantiene relaciones sexuales con ella, la tira del pelo, y la golpea en cabeza y pechos. De fondo, aparece el cuerpo de Yenny Rebollo, aparentemente muerta.    

Además, se ha procedido a la lectura de las conclusiones del informe del instructor del atestado de la Ertzaintza, realizado tras la detención del 'falso shaolín' el 2 de junio de 2013, después de que una vecina alertara de que una mujer (Ada Otuya) había pedido "desesperadamente auxilio" desde el gimnasio regentado por el acusado.

El documento se refiere, en primer lugar, al asesinato de Yenny Rebollo, cometido el 25 de mayo de 2013, después de que Aguilar la invitara a subir a su vehículo para llevarla a su gimnasio.

La Policía vasca destaca que el acusado "dejó constancia gráfica de que la ató, la desnudó y la inmovilizó desde el momento en el que entró" en el local hasta que transcurrieron nueve horas y media. "La utilizó sexualmente para, posteriormente, matarla y realizar prácticas necrófilas", apunta en el documento. El informe recuerda que, después, "descuartizó el cuerpo, le sacó los órganos internos".

Asimismo, indica que el 2 de junio de 2013, Juan Carlos Aguilar,  "mientras se deshace del cadáver de Yenny, decide 'cazar' a otra víctima para llevarla al gimnasio", ante el estado de putrefacción en el que se encontraba ya el cadáver.

 De esta forma, contacta con Ada Otuya para mantener relaciones sexuales con ella, y según la Ertzaintza, desde el momento en el que ésta "entró en el gimnasio, habría sido atada, desnudada, violada y estrangulada, en ese orden". "Después habría seguido estando atada, dando la libertad necesaria de movimiento a Juan Carlos para descuartizar y preparar las bolsas con los restos de Yenny", añade.

Además, indica que, "tras el descuartizamiento del cadáver de Yenny y mientras se preparaba las bolsas con los restos para deshacerse de ellas", Otuya se "despierta", deshace las bridas con las que estaba atada con un cuchillo y logra llegar a la puerta del gimnasio para pedir auxilio desde la verja cerrada con llave. Una vecina llamó a la Ertzaintza. Cuando entraron los agentes por la fuerza al local, Otuya estaba inconsciente y falleció tres días más tarde en el Hospital.

"LA MALDAD" DE SHAOLÍN

El Fiscal cree que estos crímenes "representan la maldad en sí misma", pero que no se ha acreditado que hubo ensañamiento. En este sentido, ha apuntado que Yenny Rebollo sufrió lesiones antes de su muerte "compatibles con puñetazos o patadas", en la cabeza, cara, clavícula, mandíbula y zona cervical, pero no se ha podido determinar la causa de su fallecimiento porque el cadáver fue descuartizado.

Respecto a Ada Otuya, ha destacado que se desconoce lo que ocurrió en el gimnasio hasta que pidió ayuda. Posteriormente, ha señalado que el acusado la llevó adentro, "allí debieron forcejear, ella debió resistirse" y Juan Carlos Aguilar "la golpeó, la maniató y la estranguló".

Además, ha subrayado que la víctima murió por asfixia y presentaba lesiones en los ojos, cabeza y abdomen. "Pero los forenses dijeron que estos golpes eran compatibles con haber sido golpeado de manera salvaje y brutal durante horas", ha añadido.

   Asimismo, ha recordado que uno de ellos destacó que "el sufrimiento que padeció" Otuya "no fue inhumano". En su opinión, "los hechos son muy graves" porque "representan la maldad humana en sí misma" porque "la maniató, no le dio ningún tipo de posibilidad de defensa y el acusado sabía perfectamente lo que estaba haciendo".

ABOGADO

Jorge García Gasco cree que, en este caso, "la realidad supera siempre ficción", como, en su opinión, ha ocurrido en este caso. "Éstos no han sido dos asesinatos normales, ha sido una película de terror. Ni siquiera 'La matanza de Texas' se le puede asimilar. La matanza de Texas está basada en hechos reales, pero ocurrió en Texas. Esto ha ocurrido en Euskadi, en Bilbao", ha añadido.

El letrado ha denunciado, además, la "honda falta de respeto" del 'falso monje shaolin' en el juicio, "con los ojos cerrados, como diciendo 'podéis condenarme en cuerpo, pero no en alma'".

Para García Gasco, el acusado es "un auténtico depredador, con trazas de psicópata en serie, sin sentimientos ni empatía, además de un "sádico, misógino, racista y xenófobo".

MANERA "DOLOROSA" DE MATAR

Por su parte, el letrado de la familia de Ada Otuya ha señalado que Aguilar eligió "una forma dolorosa" para matarla porque "le gusta y le excita hacer daño a las mujeres". José Miguel Fernández López de Uralde ha destacado que 'el falso shaolín' "regaló una paliza" a su víctima y le causó "un sufrimiento inhumano" añadido, también psicológico.

El abogado se ha mostrado convencido de que Aguilar no se ha dejado examinar por los médicos porque descubrirían que no tiene un tumor, tal como éste alegó para justificar sus crímenes y dirían, simplemente, que "es una aberración que merece el máximo castigo".

López de Uralde ha leído al jurado una carta remitida desde Nigeria por el padre de Ada Otuya, Godspower Otuya, responsable de una familia "pobre, sin recursos ni cultura". La víctima enviaba a sus padres dinero de forma habitual para ayudar a mantener a sus seis hermanos, de entre 6 y 22 años. "Era una hija y hermana afectuosa. ¿Cómo se sentirían ustedes si su hijo hubiera sido asesinado?", ha trasmitido el padre de Ada en su misiva.

"PARAR A UN ASESINO EN SERIE"

Por su parte, Maite Iturrate, abogada de la asociación Clara Campoamor, cree que la detención del 'falso shaolín' logró "parar la masacre de mujeres" por parte de este "asesino en serie". Asimismo, ha señalado que el acusado utilizaba a las mujeres "como un trozo de carne, y una vez saciados sus deseos sexuales, las vejaba, las golpeaba y las asesinaba de manera brutal".

Por último, Livia González, que ejerce la defensa de Juan Carlos Aguilar, ha recordado que su defendido ha reconocido que cometió dos asesinatos con alevosía porque, según asegura, no hubo ensañamiento. También ha subrayado que, aunque "moleste", existe "una circunstancia atenuante" para su defendido, la de su confesión.