BURGOS

Umberto Eco, Honoris Causa por la UBU al primer intelectual global del siglo XX

  • El escritor y filósofo recibe emocionado el título por la Universidad de Burgos y recuerda su amor por esta tierra.

Ical / Burgos

El escritor, filósofo, profesor y humanista italiano Umberto Eco fue investido este jueves doctor Honoris Causa por la Universidad de Burgos en una solemne ceremonia en la que se reconoció la labor del "primer intelectual global del siglo XX" y el "más prestigioso intelectual de nuestros días", en la estela de grandes autores como Barthes, Habermas y Russel.

El Aula Magna de la Universidad de Burgos acogió este jueves el solemne acto, presidido por el rector de la Universidad de Burgos, Alfonso Murillo; el consejero de Educación, Juan José Mateo; el embajador de España en Italia, Pietro Sebastián. En el acto actuó en calidad padrino, el catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Burgos Francisco Javier Peña.

Arropado por el Claustro de Doctores, que partió en comitiva pasadas las 11 y media horas desde el Rectorado del Hospital del Rey, Umberto Eco tomó asiento para escuchar de la mano de su padrino, el profesor Peña, un discurso en el que se elogiaron algunos de los aspectos de un hombre de letras que ostenta una posición de reconocido liderazgo y magisterio a nivel mundial.

Peña destacó el ingenio y perseverancia del italiano, al tiempo que aseveró que "pasión" es otro de los rasgos que definen al milanés. "Pasión en todo lo que le ocupa, desde cuadro devocional o la geometría quimérica de Kandinsky, al Apocalipsis de San Juan o un texto de Joyce. Todo en clave semiótica, y sin que podamos discernir si su entusiasmo deriva de su intuición para seleccionar aquello que le fascina", aseveró.

El padrino de Eco, a quien éste agradeció posteriormente su intervención, no olvidó la "fama y prestigio" de un europeo que ha sabido llevar el nombre de Italia y Europa por todo el mundo hasta conseguir el Premio Príncipe de Asturias en el año 2000 o conseguir formar parte del Foro de Sabios de la Mesa del Consejo Ejecutivo de la Unesco.

En el patio de butacas, acompañando a Eco, estaba su esposa quien no perdió detalle del momento en el que el italiano fue envestido Doctor Honoris Causa. El acto de investidura, uno de los momentos más emocionantes del acto, comienza cuando el padrino impone al nuevo doctor las insignias. En este caso, el profesor Peña fue el encargado de imponer a Eco el birrete, colocarle después el anillo y mostrarle un libro en el que señaló al escritor la siguiente frase: "he aquí el libro abierto para que busques los secretos de la sabiduría".

Amor por Burgos

En su discurso, Eco declaró sentir una enorme emoción y un "amor" hacia la tierra en la que considera se encuentra uno de los documentos que le "han enamorado", el apocalipsis mozárabe del que habla en su famosa novela escrita en los años 80 'El Nombre de la Rosa'. "Aterrorizado porque alguien pueda compararle con lo que se escribió en estas tierras"- en referencia al Cantar del Mio Cid- el humanista declaró haber fantaseado desde su juventud "sobre Burgos y sus alrededores", al pensar en los documentos que estas tierras podrían albergar.

Esa conexión que el italiano sintió hacia Castilla, se materializaría años después, dijo, cuando comenzó a estudiar las iconografías góticas y románicas que decoran el paisaje de esta región. De este escenario se sirvió para ubicar 'El Nombre de la Rosa', novela que lleva al lector, sin quererlo, hasta el Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos) de la mano de Jorge Burgos, el personaje del libro que "con el que quise rendir un homenaje a Borges", con un guiño, en el apellido del protagonista a la provincia de Burgos, recordó.

Orgullo para la UBU

Orgulloso porque Eco forme parte de los Honoris Causa de la UBU, Murillo destacó que Eco ha sabido combinar sus preocupaciones teóricas con la creación literaria. Por ello, recordó que sus novelas, en las que vuelca todos sus enciclopédicos saberes, han sido y son referentes de cómo se pueden unir, sin solución de continuidad, los mitos antiguos y los contemporáneos, la alta cultura y la cultura popular, la reflexión intelectual y el mero entretenimiento.

"Desde 'El nombre de la rosa', uno de los grandes fenómenos editoriales del siglo XX, hasta el 'Cementerio de Praga' pasando por el 'Péndulo de Foucault', 'La isla del día antes', 'Baudolino' o 'La misteriosa llama de la reina Loana', todas sus novelas crean un universo de historias que entretejen conocimientos históricos con creación literaria y llevan al espectador a mundos reales o imaginarios", subrayó el rector.

Un hombre de letras

Umberto Eco nació en la ciudad de Alessandria, en el norte de Italia. Se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad de Turín en 1954 con un trabajo que publicó dos años más tarde con el título de 'El problema estético en Santo Tomás de Aquino' (1956). Trabajó como profesor en las universidades de Turín y Florencia antes de ejercer durante dos años en la de Milán. Después se convirtió en profesor de Comunicación visual en Florencia en 1966. Fue en esos años cuando publicó sus importantes estudios de semiótica Obra abierta 1962 y La estructura ausente 1968, de sesgo ecléctico. Desde 1971 ocupa la cátedra de Semiótica en la Universidad de Bolonia. En febrero de 2001 creó en esta ciudad la Escuela Superior de Estudios Humanísticos, iniciativa académica solo para licenciados de alto nivel destinada a difundir la cultura universal. También cofundó en 1969 la Asociación Internacional de Semiótica, de la que es secretario.

Distinguido crítico literario, semiólogo y comunicólogo, Umberto Eco empezó a publicar sus obras narrativas en edad madura (aunque en conferencias recientes cuenta de sus experimentos juveniles, los que incluyen la edición artesanal de un cómic en la adolescencia). En 1980 se consagró como narrador con 'El nombre de la rosa', novela histórica culturalista susceptible de múltiples lecturas (como novela filosófica, novela histórica o novela policíaca, y también desde el punto de vista semiológico).

Se articula en torno a una fábula detectivesca ambientada en un monasterio de la Edad Media el año 1327; sonoro éxito editorial, fue traducida a muchos idiomas y llevada al cine en 1986 por el director francés Jean-Jacques Annaud. Escribió además otras novelas como 'El péndulo de Foucault' (1988), fábula sobre una conspiración secreta de sabios en torno a temas esotéricos, 'La isla del día de antes' (1994), parábola kafkiana sobre la incertidumbre y la necesidad de respuestas, 'Baudolino' (2000), una novela picaresca -también ambientada en la Edad Media- que constituye otro rotundo éxito y sus últimas obras, 'La Misteriosa Llama de la Reina Loana' (2004) y 'El cementerio de Praga' (2010).

Ha cultivado también otros géneros como el ensayo, donde destaca notablemente con títulos como 'Obra abierta' (1962), 'Diario mínimo' (1963), 'Apocalípticos e integrados ante la cultura de masas' (1965), 'La estructura ausente' (1968), 'Il costume di casa' (1973), 'La forma y el contenido' (1971), 'El signo' (1973), 'Tratado de semiótica general' (1975), 'El super-hombre de masas' (1976), 'Desde la periferia al imperio' (1977), 'Lector in fabula' (1979), 'Semiótica y filosofía del lenguaje' (1984), 'Los límites de la interpretación' (1990), 'Seis paseos por los bosques narrativos' (1990), 'La búsqueda de la lengua perfecta' (1994), 'Kant y el ornitorrinco' (1997) y 'Cinco escritos morales' (1998).