Bancos y papeleras al descubierto, y caminos que empiezan a despejarse. El Duero comienza a bajar y la diferencia es notable. El martes en la noche  ya se empezaron a evaluar daños.

Han sido los peor parados, las zonas recreativas que han quedado anegadas por las aguas recuperan su aspecto. Y es que el caudal del Duero ha bajado 700 metros cúbicos.

De hecho el río está repuntando ya en la zona más próxima a Valladolid, aunque las previsiones aseguran que no se superarán los picos máximos de esta crecida. Por su parte la situación es estable en Toro donde el nivel del agua ha bajado ya dos metros.