Cuestión de prioridades ha entrevistado a Carlos Toledano, un investigador de la Universidad de Valladolid que, junto con otros compañeros investigadores del Grupo de Óptica Atmosférica, se encontraba investigando la atmósfera de La Palma el mismo día que entraba en erupción el volcán. En colaboración con la Aemet han instalado a 10 kms de la boca del volcán unos equipos para controlar la altura de las cenizas volcánicas y la concentración en la atmósfera. Considera que las simulaciones hechas sobre la emisión de la nube de ceniza son “complicadas” y cree que no ha llegado a la península: “La validez es pequeña y la incertidumbre es grande”. Las medidas del satélite advierten de que la nube volcánica se encuentra sobre las islas, “de momento a la Península no ha llegado nada”.

La masa de aire se diluye y no hay que temer una lluvia ácida sobre Castilla y León. Sin embargo, sobre la actividad aérea, afirma que “la ceniza volcánica es muy abrasiva y puede dañar las turbinas de los aviones, la aviación tiene que detenerse cuando hay este riesgo”.