CON ACENTO CATALÁN

La Casa Botines de León cumple 125 años con una exposición de Gaudí

El arquitecto llegó a la ciudad a finales del siglo XIX y dejó su huella con un edificio que forma parte de la identidad leonesa

A finales del siglo XIX un joven arquitecto que nunca había salido de Barcelona cruzó la península para construir en León un almacén de tejidos. Su nombre era Antonio Gaudí, y el edificio sería la Casa Botines. Se cumplen 125 años, y una exposición en ese mismo lugar recuerda cómo era la ciudad a la que llegó Gaudí, cómo concibió la obra, y cómo se desarrolló. 

Nadie conocía a aquel tal Gaudí en el León de 1891. Era una ciudad de 13.000 habitantes que apenas había crecido desde la Edad Media. Solo una pequeña pero influyente colonia catalana, en la que había clérigos, arquitectos y empresarios. Ellos le trajeron para construir un edificio con 16 viviendas y un almacén de tejidos.

Gaudí desarrolló el encargo como una típica casa catalana por dentro, como una gran fortaleza que hiciera honor a la historia de León y sus monumentos, sobre todo la catedral, por fuera. La dotó de foso y almenas, que también tenían sentido práctico.

La plaza en la que se ubicaba estaba casi a las afueras de lo que entonces era un pueblo, y se convertiría en una frontera entre el pasado y el futuro. Consciente de ello, el arquitecto dejó una firma, un león pasante que recordaba al de los reyes de León.

Gaudí se volvería a Barcelona y no volvería nunca, pero dejaría amigos a los que dedicaría, con afecto, futuros proyectos. Y un edificio único con el que soñarían ciudades del todo el mundo.