El juez de la Audiencia Nacional Juan Pablo González ha reabierto la causa que se seguía por el asesinato con bomba-lapa del comandante del Ejército de Tierra Luciano Cortizo, cometido el 22 de diciembre de 1995 en León, y ha procesado por estos hechos a los etarras Soledad Iparraguirre, "Anboto", y Sergio Polo Escobes, "Lur".
La reapertura de la causa y el posterior procesamiento de los presuntos responsables del atentado se han producido a instancias de la Fiscalía de la Audiencia Nacional y después de la revisión que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado realizan periódicamente para esclarecer los atentados de ETA que se encuentran sin resolver.
La Guardia Civil señalaba en un oficio remitido en septiembre pasado a la Audiencia Nacional que en el registro del domicilio de Pasajes de San Pedro (Guipúzcoa) alquilado por Polo Escobes se ocuparon "numerosas evidencias, documentos y efectos" que podrían ser útiles para la resolución del caso."
En concreto, se encontraron materiales para fabricar bombas-lapa, documentación manuscrita del etarra en la que figuraban trayectos entre San Sebastián y León en autobús y tren, explosivos compatibles con los utilizados en este atentado y destornilladores manipulados en la forma indicada en los manuales de ETA.
Tras analizar el caso y varios informes policiales, el juez considera que existen "numerosos indicios" que permiten imputar a Iparraguirre y Polo por seis delitos de asesinato terrorista, cinco de ellos en grado de tentativa, y descartar como posibles autores a los miembros de ETA Javier Garcia Gaztelu, "Txapote", y José Ignacio Alonso Rubio, que también frecuentaron el piso de Pasajes.