Con todos los honores. Así han despedido al zamorano Ángel Álvarez Raigada sus familiares, los más altos cargos del ejército del Aire y el propio Ministro de Defensa. El propio Pedro Morenés ha hecho entrega a la viuda del comandante fallecido de la bandera nacional que cubría su féretro y de la cruz del Mérito Aeronáutico. Sus cenizas reposarán en La Rioja, donde vivió desde los 14 años.
Una ceremonia celebrada en el mismo lugar en el que perdió la vida tras un aterrizaje forzoso en el que debió producirse algún fallo más que la parada de un motor. La Comisión de Investigación continua sus labores, que serán secretas mientras la investigación siga abierta.
El otro tripulante del avión, el alferez Sergio Santamaría, natural de Salamanca, continúa hospitalizado en Badajoz, donde evoluciona favorablemente y no se teme por su vida.