Cuenta la historia que en el siglo XVIII una epidemia arrasó casi por completo la cabaña ganadera de esta zona abulense. Desde entonces se encomendaron a San Antón, y en la víspera de su festividad celebran las conocidas como Luminarias.
Participan más de un centenar de caballos, llegados también desde otros municipios. Las chispas surgen en el empedrado,el fuego, el humo, purifican al animal, cumplen con la tradición. Un acontecimiento que atrae a miles de personas de todo el mundo.