La educación emocional es uno de los contenidos obligatorios en la nueva ley de Educación, la LOMLOE, y que comenzará a aplicarse a partir del próximo curso. En el CEIP José Zorrilla todo el claustro está convencido que "el cerebro necesita un corazón sano para poder aprender." Y así es como pusieron en marcha el proyecto educativo "Emociónate" para que los alumnos puedan tomar conciencia de sus emociones, sepan regularlas y también reconocerlas en sus compañeros.

Este curso han ido un paso más allá en el trabajo de competencias emocionales. Este segundo trimestre un día a la semana se cuelan en sus aulas unos profes con mucho olfato. Son capaces de identificar que niño necesita ese día más su ayuda. "Hay veces que en una actividad el perro se nos va con un alumno, alumna y es porque que tiene un día peor y el perro se queda con él", destaca la directora técnica de la Asociación DogVall encargada de esta actividad asistida con animales.

En unos pocos minutos los perros logran generar el clima de confianza y seguridad necesario para que los más pequeños aprendan a reconocer y a expresar sus emociones.  Eva Caballero, profesora de este centro público y coordinadora del proyecto, explica que "Los niños se abren muchísimo. Les cuentan cosas a los perros que ni a nosotros como tutores ni a sus padres son capaces de exteriorizar."

Este proyecto piloto, financiado por los fondos PROA plus para centros con alumnado vulnerable, un cero en absentismo escolar y un diez en motivación de los alumnos. 

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