Las vivencias vuelven a tu mente. Los sentimientos se entrecruzan en tu cabeza y las emociones y los recuerdos resurgen por momentos.

Este domingo todo este tipo de sensaciones las va a experimentar este hombre, Joseba Llorente. Esta es su segunda temporada en el submarino amarillo, pero nunca olvidará aquellos maravillosos años en el conjunto blanquivioleta.

Muchos recuerdos... El ascenso. No olvidará aquella foto con sus compañeros. Ni al que fue su entrenador en el Eibar, a Mendilibar. Tampoco aquellos goles con el equipo en el que estuvo tres temporadas.

Marcó 29 tantos en dos años y consiguió vivir momentos tan especiales como el ascenso a primera batiendo todo tipo de marcas en segunda.

Sus amigos le recuerdan como un chico tímido, pero poco a poco fue marcando goles de todos los colores. Los metía con el pie, con la cabeza, se los dedicaba a sus compañeros, a la afición, a su mujer, a su hijo, incluso una tarde dijo: "Quiero batir un record" y tuvo la osadía de marcar el gol más rápido de las historia de primera división. Siete segundos le bastaron y, como es habitual en él, lo celebraba también con sus amigas las vallas publicitarias.

El es así. Un genio. Un depredador de área, un matador, el hombre del regate, del mano a mano, de la definición, del éxito, del acierto, en definitiva: del gol.

La primera temporada en el Villarreal marcó 15 goles y en esta de momento lleva 7. Vuelve al Zorrilla un jugador que en Valladolid lo fue todo. Vuelve en el momento más delicado de la temporada.

Joseba Llorente regresa a la que fue su casa.