BURGOS | En dos años

La Junta de Castilla y León agilizará las licencias sanitarias y medioambientales para reconstruir la planta de Campofrío en dos años

La consejera de Agricultura asegura que será la fábrica 'más moderna del mundo' en el sector pero los trabajadores temen por su situación en este periodo

Ical

La Junta de Castilla y León creará una comisión extraordinaria integrada por representantes de las consejerías de Agricultura y Ganadería, Economía y Empleo, Sanidad y Fomento y Medio Ambiente que garantizará agilizar las licencias necesarias que permitan la reconstrucción en dos años de la planta de Campofrío en Burgos, calcinada por un grave incendio en el día de ayer.

Así lo aseguró la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, tras mantener una reunión con el titular de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, y representantes del Comité de Empresa. A juicio de Clemente, con esta fórmula "urgente" podría reducirse a la mitad el tiempo ordinario de tramitación de expedientes de licencias sanitarias y medioambientales para levantar las nuevas instalaciones que serán, dijo, "las más modernas del mundo" en el sector, según le trasladó esta misma mañana el presidente de la industria cárnica, Pedro Ballvé.

Silvia Clemente, quien informó de que la inversión perdida en la planta ronda los 170 millones de euros, remarcó que se ha ofrecido a la compañía "colaboración y apoyo excepcional y extraordinario" para desarrollar las obras "lo antes posible". Para ello, el Gobierno regional cuenta con el compromiso de la empresa de poner en marcha la actividad con la misma producción y número de empleados que en la actualidad, en torno al millar.

Además, la consejera recordó que Campofrío conoce también las líneas de apoyo a empresas de su departamento, tanto las de carácter directo -financiadas por la Junta y la Unión Europea-, como las del Banco Europeo de Inversiones (BEI), "que son muy ventajosas". En los últimos doce años, la compañía ha solicitado ayudas por valor de 12 millones de euros a la Administración regional, cuatro de ellos para la planta que ahora se ha quemado. Clemente aclaró que para poder optar a las nuevas líneas de ayuda, la empresa debe presentar primero un plan y esperar a la compensación determina por las aseguradoras.

Igualmente, sostuvo que trasladó a los trabajadores en el encuentro de hoy "que se hará todo lo necesario" para que una empresa "señera y de nombre en Castilla y León pueda seguir su actividad".

ERE suspensivo

En materia laboral, el consejero de Economía y Empleo reiteró que Campofrío ha manifestado de "forma inequívoca" su apuesta por recuperar la actividad en la empresa 'La Bureba', que fue arrasada por el fuego y cuenta con un millar de empleados, y por 'Jamones burgaleses', de medio centenar de trabajadores y que, aunque no calcinada, mantiene paralizada sus líneas por falta de energía y por el corte de los accesos. El grupo posee además una tercera empresa en la capital burgalesa, 'Carnes selectas', además de otra más en Ólvega (Soria), denominada 'Embutidos curados'. En total, 1.638 trabajadores en Castilla y León, de los 1.866 que emplea en España.

Villanueva, que dijo que el Gobierno de España también está al corriente permanentemente, informó de que en materia laboral las bases reguladoras del derecho español determinan para situaciones "de fuerza mayor" que la empresa solicite a la Junta la autorización de un expediente de regulación de empleo (ERE) de carácter suspensivo de paralización de la actividad y desarrollar la cobertura adecuada por el Estado.

Hasta el momento, Campofrío no ha pedido el ERE, aunque se espere que lo haga en las próximas horas. Será en ese momento cuando se ponga en marcha el canal administrativo y se resolverá el expediente en un plazo de cinco días.

Entonces, los trabajadores pasarán a situación legal de desempleo y accederán a las prestaciones laborales, dado que desde ayer se encuentran con una licencia retribuida. Villanueva, quien abogó por el "diálogo" entre empresa, trabajadores y administraciones para afrontar una situación "grave, complicada y extraordinaria", comentó que la Junta tratará de colaborar para llevar a cabo las nuevas inversiones de Campofrío, aunque para ello es preciso conocer antes las condiciones del plan o estrategia que maneja la compañía cuando presente el ERE suspensivo para plantear el apoyo del Ejecutivo regional.

Temor de los empleados

No escondieron su temor los trabajadores de Campofrío, una empresa con capital mayoritario de China y México. Así, el secretario del Comité de Empresa de 'La Bureba', Víctor Martínez, consideró que es "capital" una respuesta "clara, rápida y definitiva de las aseguradoras para empezar a construir" y reclamó a las administraciones la puesta en marcha de "exenciones fiscales". También advirtió de la situación de algunos empleados que no disponen de dos años de prestación por desempleo -el tiempo estimado para poner en marcha de nuevo la fábrica-, para los que pidió una compensación.

También solicitó a la firma que mantenga las mismas condiciones cuando reabra el centro calcinado y que se respete el acuerdo que habían suscrito para que en los próximos años se convirtieran en indefinidos todos los relevistas.

Por su parte, el presidente del Comité de Empresa de 'Jamones Burgaleses', Marco Antonio Pérez, se congratuló de que al menos se haya salvado un importante número de jamones que están para salir al mercado, pero el resto ha quedado todo "inutilizado". Demandó a la Junta que ayude a la empresa a una reapertura "lo antes posible" y que ponga en marcha, junto al Gobierno central, "un plan extraordinario de ayudas a trabajadores que se quedan sin empleo por un tiempo indefinido".