Los lobos acabaron en las últimas horas con la vida de un ternero recién nacido en el paraje La Garganta, de la Sierra de la Paramera, en el término municipal de Sotalbo (Ávila).
Según denunció este martes UCCL- Ávila, el ganadero Andrés Barrios atendió durante el mediodía del domingo el parto de una vaca cruzada de limusina y, cuando volvió el lunes, se encontró al ternero "medio devorado por los lobos".
El ganadero percibió además un alto grado de estrés de la madre, que se había alejado del resto del rebaño para no abandonar el cuerpo de su cría, "a la cual seguro que intentó librar de la muerte de los lobos", explican desde UCCL. Con este animal ya son tres los que ha perdido Andrés Barrios en el último medio año, víctimas de los lobos.
Este lunes técnicos del Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León certificaron la muerte causada por los lobos. Desde UCCL sostienen que como el lobo sólo aprovecha una pequeña parte de toda la carne de la res sacrificada, el resto debería dejarse en el lugar para que los buitres pudieran aprovecharla, en lugar de tener que incinerarla.
Al no dejar ese alimento en el campo, se obliga a los buitres a "dar un salto en el eslabón de la cadena trófica de las zonas de ganadería extensiva, desde carroñeros a depredadores", apuntan desde UCCL y agregan que "el silencio de la Junta de Castilla y León es cómplice de todos estos hechos y de los graves daños que soportan los ganaderos".