La sala municipal de exposiciones de San Benito presentará a partir del 4 de mayo, y por primera vez en España, la exposición 'Saul Leiter. La búsqueda de la belleza', compuesta por un centenar de obras de este revolucionario de la fotografía en color del siglo XX, realizadas entre 1947 y 1960, sobre el que muchos críticos han escrito que, después del descubrimiento de su obra, la historia de la fotografía debería reescribirse.
Saul Leiter hizo sus primeras fotografías de las calles de Nueva York a principios de los años 40. Este trabajo fue exhibido en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) en 1953 y 1957. Durante 20 años dedicó parte de su tiempo a caminar por estas calles. Su trabajo fue redescubierto mucho más tarde, a mediados de 1990. Actualmente es reconocido por todo el mundo del arte y de la fotografía, según informaron en nota de prensa fuentes de la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid.
Saul Leiter no estaba destinado a convertirse en fotógrafo. Nació en Pittsburg 1923, -el mismo año que Diane Arbus y Richard Avedon- hijo de un famoso rabino. Fue un brillante estudiante de teología en Cleveland, pero decidió a los 23 años abandonar sus estudios y trasladarse a Nueva York para dedicarse a su primera gran pasión, la pintura.
Bajo la influencia del pintor Richard Pousette-Dart, se interesó por la fotografía. En 1947, después de visitar la exposición de Cartier-Bresson en el MOMA, decidió convertirse en fotógrafo. Se hizo con una Leica y paseo por las calles de Nueva York, haciendo fotografías en blanco y negro. En 1948, se volvió hacia el color, alternando posteriormente los dos soportes. En 1953, Steichen, entonces conservador jefe de fotografía del MOMA, selecciona veinticinco de sus obras en blanco y negro para la exposición 'Always the Young Strange' y posteriormente, en 1957, incluye veinte en color para una conferencia que dio en MoMA: bajo el título 'Experimental Photography in Color'.
Saul Leiter se ha considerado siempre tanto pintor como fotógrafo. En sus pinturas y fotografías tiende claramente hacia la abstracción. Frecuentemente existen grandes superficies oscuras causadas por sombras que predominan en casi tres cuartas partes de sus imágenes. En otras instantáneas no se presenta a los transeúntes como individuos, sino como impulsos de color borrosos, detrás de hojas de cristal o en la brecha entre los muros de los edificios y las señales de tráfico, añadieron las mismas fuentes.
En sus imágenes, los géneros de vida callejera, retrato, vida cotidiana, moda y fotografía arquitectónica se fusionan. Él se encuentra con estos temas, como los escaparates de las tiendas, los transeúntes, los coches, las señales de tráfico y (un motivo recurrente) los paraguas, en los alrededores de su apartamento en Nueva York. La falta de detalles precisos, los movimientos difuminados, la reducción en profundidad del campo, la compensación o la deliberada evasión de la luz necesaria, al igual que el distanciamiento provocado al fotografiar a través de ventanas, se mezclan gracias a los reflejos para crear un lenguaje de color estimulado por un espacio urbano semirreal y semiabstracto. "Siempre he asumido que yo simplemente debería ser olvidado y desaparecer de la vista", dice el propio Saul Leiter, de 88 años.