INE | Encuesta de Integración Social y Salud

El 44% de los discapacitados de Castilla y León denuncia falta de ayudas técnicas o personales

  • El grado de insatisfacción a nivel nacional alcanza el 50,4%. Los peores resultados los presenta Murcia, donde el 60% de los discapacitados consideran que existe falta de ayudas.

Centro laboral de Lince Marketing Directo - Miriam Chacón / ICAL
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El 44,1% de los discapacitados de Castilla y León denuncia que la falta de ayudas técnicas o personales constituyen una barrera para poder participar en actividades cotidianas, según se desprende de la Encuesta de Integración Social y Salud elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La Comunidad sólo es superada por Ceuta (38,3%), Canarias (40,4%), Navarra (41,1%) y La Rioja (42%), mientras que la media nacional se sitúa en el 50,4%. Los peores resultados los presenta Murcia, donde el 60% de los discapacitados consideran que existe falta de ayudas, por delante de Cataluña (56,7%), Melilla (56,3%) y Baleares (53,3%).

A nivel nacional, el 16,7% de la población de 15 y más años se consideran personas con discapacidad, porcentaje que en Castilla y León cae hasta el 13,7%. Las comunidades que presentan mayores tasas de población que declara discapacidad son Andalucía (19,8%), Región de Murcia (19,6%), y Principado de Asturias (19,1%), mientras que Aragón (12,6%), Baleares (12,9%) y Comunidad Foral de Navarra (13,6%) son las que menos.

Al mismo tiempo, en la encuesta también se pone de manifiesto que a medida que aumenta la edad, las limitaciones debidas a la condición de salud se hacen más patentes.

Hasta 44 años la discapacidad está presente en menos de una de cada 10 personas, frente a más de cinco de cada 10 entre los mayores de 74 años. El grupo de 85 y más años es donde la discapacidad está más extendida. Tres de cada cuatro personas dicen verse limitadas por un problema de salud en algún ámbito de la vida.

Por sexo se observa una mayor prevalencia entre las mujeres (20%) que entre los hombres (13,3%) y, aunque este hecho se observa en todos los grupos de edad, a partir de los 35 años las diferencias en la prevalencia por sexo comienzan a ser más significativas.