Cerca de 400 personas fueron evacuadas este domingo en Burgos por la sección de la nube de humo tóxico producida a consecuencia del incendio que ha afectado a la sede de la empresa Campofrío, enclavada en el Polígono de Villafría de la capital burgalesa.

Asimismo, 140 personas se encuentra atendidas en el Polideportivo Municipal burgalés Talamillo por el personal de Servicios Sociales, mientras que algún niño ha sido trasladado al Centro Cívico Río de Vena. En caso de prolongarse esta situación hasta la noche, se ha habilitado un centenar de camas en el espacio municipal.

Así lo ha anunciado el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, este domingo desde la Comisaría de Policía Local. Respecto al incendio, Lacalle ha declarado que, a pesar de no haberse registrado explosión alguna, la fábrica de Campofrío, que cuenta en su haber con mil trabajadores, "ha quedado totalmente destrozada".

Igualmente, ha informado de que las labores de extinción se prolongarán uno o dos días y que, de forma paralela, se van a realizar pruebas medioambientales para medir el impacto y que el Plan de Emergencia Municipal de Burgos sigue activado.

Por último, el primer edil burgalés ha asegurado que el Ayuntamiento hará "todo lo posible" para que Campofrío tenga "un futuro en Burgos".

Al parecer, el incendio se inició en la sección de cocidos. En un primer momento, se preveía que pudiera ser controlado, pero finalmente se ha propagada a toda la factoría cárnica. Los bomberos han confirmado que el fuego “ahora mismo es incontrolable porque se trata de material inflamable”.

Como consecuencia de las llamas, la humareda es visible desde toda la ciudad. De hecho, debido al denso humo ha sido necesario cortar la entrada a la AP-1, a la altura de Villafría, así como todas las calles aledañas. En este sentido, ha habido que lamentar una colisión entre dos camiones en la propia autopista debido a que no se han visto mutuamente a causa del negro humo.

En el momento del inicio del fuego, la fábrica estaba activa y ha dado tiempo a desalojar a todos los trabajadores. En total, Campofrío emplea en estas instalaciones a más de mil personas. Unos 200 han llegado hasta sus puertas, algunos de ellos entre lágrimas, porque creen que han podido perder su puesto de trabajo. La fábrica contaba en estas semanas con un turno extra destinado para la campaña de Navidad, la cual ya se da por perdida, según el Comité de Empresa. Al parecer, únicamente se habrían salvado los jamones, aunque este extremo aún está por confirmar.

Hasta las puertas de la factoría se han acercado el subdelegado del Gobierno, José María Arribas, y el delegado territorial de la Junta, Baudilio Fernández-Mardomingo, que se han interesado por la situación y han mantenido una conversación con miembros del Comité de Empresa.

La fábrica fue inaugurada en 1997 por el Rey Don Juan Carlos tras una inversión cercana a los 60 millones de euros que cambió la cara a la factoría que en la actualidad da trabajo a 1.000 personas de forma directa y de la que dependen indirectamente otros 500 trabajadores. Hasta hoy, disponía de una capacidad productiva de 100.000 toneladas y sus líneas de producción estaban completamente robotizadas, desde el proceso de embutición al de envasado. Por ello estaba considerada como una de las más modernas de toda Europa.

Grupo Campofrío realizó en el año 2006 una inversión superior a los 5 millones de euros en su planta de elaborados cárnicos lo que convertía a la factoría de Burgos, ahora arrasada por las llamas, en una de las piezas clave del famoso grupo cárnico.

Otro matadero en Burgos

Además de esta planta, la empresa cuenta con un matadero en Burgos, que se une a los que tiene dispersos en otros puntos de España como Madrid, Lérida, Lorca (Murcia), Jaén, Valencia, Albacete y Zaragoza, dedicados a la compra de cerdos para su sacrificio, industrialización y venta.

En el año 2003, el grupo cárnico Campofrío inauguró el matadero de Burgos, que se encuentra en el Polígono de Villalonquéjar. El matadero supuso la desaparición de la vieja planta de Coprasa en Casa de la Vega, y  contó con una inversión de alrededor de 35 millones de euros, además de los 5,4 que costaron los terrenos, a cargo de la sociedad Carnes Selectas 2000 S.A., participada por la multinacional cárnica.

Estas instalaciones tienen una capacidad de sacrificio de hasta dos millones de animales por año y la velocidad de la cadena de producción podrá alcanzar los 8.000 cerdos por día en condiciones de plena actividad. La capacidad total del área de despiece puede alcanzar los 1,4 millones de canales por año.