Al límite. Así está el Eresma a su paso por Segovia. Ni rastro de los caminos, pasear por la Ribera es imposible.
Lo mismo ocurre en Valladolid, el Pisuerga viene crecido. Ha anegado las zonas habituales de paseo y sólo los patos han recuperado terreno.
Es todo un espectáculo que muchos quieren observar de cerca. De hecho, no podemos hablar de mayores riesgos. El Pisuerga ha llegado a albergar hasta 2.300 metros cúbicos por segundo. Casi el triple del caudal actual.
En Simancas, se aprecia también la crecida. Los vecinos aprovechan para tomar fotos para el recuerdo. Acostumbrados a ver las crecidas están tranquilos.
El Pisuerga seguirá recibiendo caudal de sus afluentes, pero también el Duero a sus paso por tierras zamoranas. Si continúa lloviendo, habrá que permanecer atentos.