Tras una semana al límite la pregunta clave parece ser ¿por qué los inversores han aumentado tanto la presión sobre España? A pesar de que España siempre ha pagado sus deudas, ahora los mercados no se fían. Para lograr dinero prestado tenemos que devolverlo cada vez a un interés más alto, una situación insostenible a largo plazo.
La rebaja de las previsiones del PIB ha tenido mucho que ver con esta previsión, a esto hay que unirle la incertidumbre a las próximas elecciones del 20 de noviembre.
Los expertos aseguran que tras las elecciones, independientemente de quién sea el vencedor, la presión de los mercados descenderá puesto que estará más cerca el momento de aprobar y llevar a cabo las medidas económicas necesarias.
Vaivenes en la prima de riesgo que contrasta con la situación del Bies 35. Los resultados de las empresas no están siendo tan malos, muy al contrario en el caso de las principales empresas españolas. Un diagnóstico que no acompaña a la situación financiera del país.