ECONOMÍA

Se dispara la demanda para viajar al Caribe en Semana Santa mientras Castilla y León arrastra el cierre perimetral desde octubre

Las agencias de la Comunidad siguen sufriendo el agravio al estar en marcha toda la operativa en Madrid para viajar, por ejemplo, a Punta Cana

Lidia Corral

En teoría no podemos movernos, no podemos viajar, pero agencias madrileñas han vendido antes del cierre y venden ahora vuelos a destinos tan exóticos como Cancún o Punta Cana. Las agencias de nuestra Comunidad se quejan del agravio que esto supone a lo que se suma la falta de controles.

Mientras Castilla y León arrastra un cierre desde octubre, en Barajas semanalmente más de mil pasajeros viajan a Punta Cana. Allí no se exige PCR para entrar, e incluso algunos hoteles realizan pruebas diagnósticas a sus clientes. La demanda para ir al Caribe esta Semana Santa se ha disparado.

Y eso que el cierre afecta ahora a toda la Península, aunque no a los turistas extranjeros que llegarán a las Islas. Baleares y Canarias son las que se salvan del cierre perimetral decretado desde el 17 de marzo hasta que finalice la Semana Santa. Pero si buceamos, en los próximos días festivos despegan desde León vuelos por ejemplo a Gran Canaria. Hay que demostrar que tenemos un salvoconducto que nos permita volar: trabajo, vuelta al domicilio... De lo contrario se enfrentan a multas que van desde los 100 hasta 3.000 euros. Pero si no hay un control que nos lo exija, podremos seguir viajando. Ahí reside el problema: hasta el momento no existe un plan específico de control en los aeropuertos de Castilla y León. La Delegación del Gobierno se reunirá con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para establecerlo de cara a las próximas semanas. Hasta entonces la puerta está entre abierta a la picaresca.

Las Agencias de Viaje de Castilla y León lamentan el agravio que supone que en otras comunidades se haya destinado paquetes de ayudas para el sector, o que por ejemplo mientras en Madrid la operativa está en marcha, Castilla y León lleva meses cerrada perimetralmente. Un palo en la rueda cuando llegue la línea de salida para reanudar su actividad.