Se proyectó como una lujosa urbanización sin embargo cuatro años despues y un goteo constante de despropósitos ha convertido esta zona en un barrio fantasma. Los continuos saqueos y los ocupas han destrozado la mayor parte de los inmuebles que componen este espacio residencia. Muchos de los ilegales han abandonado en los últimos días las viviendas ante la imposibilidad de empadronarse en ellas, dejando tras de sí un panorama desolador.
Sobre la promotora pesa una demanda por incumplimiento de contrato, la constructora cayó en situación de concurso de acreedores y la inmobiliaria que se hizo cargo de las viviendas no ha podido darles salida al faltar las cédulas de habitabilidad. Ni siquiera la mediación del Ayuntamiento de Valdefresno sirvió para encontrar una solución. Una situación de incertidumbre que los vecinos esperan se disipe en cuestión de cuatro meses, cuando la entidad bancaria encargada de la promoción reciba la documentación y se rompa así con el actual vacío legal.