El sector agrario es uno de los más importantes para Castilla y León y su actividad es imprescindible para la sociedad, aunque a veces no seamos capaces de poner esta actividad en valor. El catedrático de biotecnología de la universidad politécnica de Valencia, José Miguel Mulet, destaca lo que debería ser evidente para todos: "El agricultor y el ganadero nos dan de comer a todos. Los necesitamos tres veces al día y deberíamos de estar eternamente agradecidos, y más después de haber vivido cosas como la crisis de la Covid, donde si no fuera por ellos hubiera sido un caos. Trabajan ajustándose a una legislación muy estricta y a unos controles imposibles de sortear para garantizar la seguridad y la calidad de los alimentos que el consumidor se lleva a casa".
Pide que no se hable de ellos "solamente cuando hacen una tractorada para quejarse por los márgenes" sino que también hablen de ellos en positivo: "porque si ellos no comunican, va a comunicar la contraparte", Advierte Mulet.
Y es que pocos conocen la estricta política de seguridad alimentaria que siguen los agricultores y ganaderos. La farmacéutica y experta en industria y política agroalimentaria, Gemma del Caño, sentencia: "Creo que podemos presumir de tener la mejor seguridad alimentaria del mundo y de la historia".
El problema, según Mulet, es considerar como voz autorizada para hablar del sector a alguien que "lo que te está diciendo no es cierto. Eso pasa muchas veces cuando se entrevista a grupos ecologistas que dicen cosas que objetivamente no son ciertas y no se rebaten. Se permite que se transmita el mensaje", denuncia.
Luchar contra una imagen que no se corresponde con la realidad es una de las tareas en las que más hincapié debería hacer el sector, sin embargo, es difícil abordar ese tema cuando encima de la mesa se encuentran con otros que afectan a la viabilidad de las explotaciones. El campo mira hacia Europa y la idea de agricultura que defiendendesde allí.
Política agraria europea
"Parece que la política europea vaya destinada a hacer del campo una especie de Disneyland rural para que la gente de ciudad vaya de vacaciones. El campo tiene que ser una actividad económica y tiene que ser rentable, pero la gente que toma las decisiones piensa más en turismo rural. Si continuamos así, nos vamos a ver obligados a comprar la comida de Marruecos, de África o de Sudamérica", denuncia José Miguel Mulet.
En esta misma línea, Gemma del Caño evidencia la realidad que el campo está sufriendo: "Estamos exportando conocimiento e importando materias primas que podríamos tener aquí a muchísimo mejor precio aprovechando la investigación tan buena que tenemos".
Modificación genética y transgénicos
Para estos expertos en seguridad alimentaria hay políticas europeas y prohibiciones difíciles de entender. Ponen como ejemplo lo que ocurrió con el CRISPR, una técnica de modificación genética que simula el sistema inmunitario que poseen ciertas bacterias, y que las protege contra los virus. "Hay países que ya tienen tomates con CRISPR comercializados, como Japón, y la mayoría de países que son competencia en nuestra agricultura ya tienen una regulación. Europa todavía no lo tiene a punto. De momento, de forma transitoria, está utilizando una sentencia de un juez francés, que es una absoluta aberración que dice que un CRISPR es lo mismo que un transgénico", critica Mulet.
Respecto a los transgénicos, Gemma del Caño defiende que "llevan 40 años demostrando su seguridad". Afirma que cuando se habla de productos que necesitan menos fitosanitarios, menos cantidad de agua y más producción en menos terreno se está hablando de productos más ecológicos y todo eso lo cumplen los transgénicos.
Lo ecológico no es más seguro
La agricultura ecológica se refiere exclusivamente al medio ambiente "y no siempre es lo mejor para el medio ambiente", explica Gemma del Caño. En el mercado hay productos con la etiqueta eco "que se ciñen a cumplir exclusivamente ciertos requisitos de normativa medioambiental, pero vienen del otro lado del mundo y los compramos sin tener en cuenta que hemos contaminado mucho más solo en el transporte". "Pagamos más precio, son productos con menos producción y encima no es más sano", aclara.
Y en este tema incide Mulet: La producción ecológica básicamente es la producción que se ajusta a un reglamento. Ese reglamento no tiene en cuenta aspectos importantes, como la huella hídrica, la huella ecológica, si ese alimento ha sido importado. No te garantiza que ese alimento sea más nutritivo o sea más seguro. Es básicamente un reglamento que tiene origen filosófico que se basa en natural- artificial", clarifica sobre el concepto de la etiqueta de ecológico.
Bibliografía:
- Del Caño,Gemma. (2020). Ya no comemos como antes, ¡y menos mal! Cambia los bulos por evidencias
- Mulet, J. M. (2021). Ecologismo real. Todo lo que la ciencia dice que puedes hacer para conservar el planeta y los ecologistas no te dirán nunca