Tan sólo el 22 por ciento de los albergues que hay en Castilla y León cumplen la normativa impuesta el pasado año por la Consejería de Turismo. Esta ley se puso en marcha para clasificar a los albergues como destinos turísticos. A lo largo del Camino de Santiago, son pocos los albergues adheridos a la norma y están calificados como casas de acogida a la espera de que se decidan.

De los 350 albergues que hay en Castilla y León, no llegan a 80 los que han decidido cumplir la normativa que impuso la Junta el pasado año. Bien es cierto que aún están en plazo, pero no parece que muchos tengan previsto modificar sus instalaciones.

Para adherirse a la norma, es necesario que cumplan ciertas normativas de espacio en las instalaciones, comedores y las demás dependencias. Así msimo, deberán solicitar las autorizaciones turística y empresarial.

Las categorías para los albergues son turístico o turístico superior. Sin embargo, para los albergues que se encuentran en el Camino de Santiago hay una tercera categoría que se denominan sin ánimo de lucro, ya que son aquellos que no superan el coste de cinco euros por noche.

Esta ley facilita que el cliente del albergue sepa qué tipo de alojamiento se va a encontrar cuando se va de vacaciones.

La mayor parte de los albergues del Camino no cumplen esta normativa. En este caso, la Junta ha hecho la vista gorda por ser año Jacobeo.