Los homenajes comenzaron con largas colas para probar la sardina a la plancha que preparaban los hosteleros del barrio Húmedo de León.
Precios muy populares para recuperar una tradición que llevaban años sin celebrarse en León. Obispos, monaguillos y las plañideras acompañan a la pobre sardina camino de su entierro.
Las llamas purifican y simbolizan el triunfo de Don Carnal sobre Doña Cuaresma.