Soria

Romanillos de Medinaceli

ROMANILLOSDEMEDINACELI

 Romanillos de Medinaceli es una localidad de la provincia de Soria, partido judicial de Almazán, perteneciente a la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Es un pueblo de unos 38 habitantes (la mayoría mayores de 65 años) según censo del INE 2018, en el censo de 1842 contaba con 120 hogares y 500 habitantes. Romanillos de Medinaceli forma parte de la Comarca de Arcos de Jalón que pertenece al municipio de Barahona.

Romanillos de Medinaceli es un pueblo de bienestar, generador de vida buena, de bella serenidad, con aires y cielos limpios a la vista y al oído, cielos que, tanto en el día como en la noche, ofrecen a cada instante una obra de arte, un pueblo donde sus vecinas y vecinos tienen un gran sentido de pertenencia, donde existe una elevada confianza entre la vecindad y donde hay una larga tradición de asociacionismo y de acciones colectivas para el bien de la comunidad.

En Romanillos de Medinaceli sus habitantes etán orgullosos de su valioso patrimonio histórico - cultural y natural. Ejemplo de ello son la Iglesia de San Miguel, románica del S. XII;  la Ermita de la Virgen de la Soledad, comenzada a construir a finales del S. XVI, la Ermita del Santo Cristo, fundada en el S. XVII; el crucero de piedra del S. XVI; las tumbas altomedievales excavadas en la roca;  la tumba del gigante; la Fuente Vieja, medieval, aunque algunos dicen romana; el horno comunal, actualmente museo etnográfico montado en gran medida con la generosidad de la vecindad; la antigua casa del cura, actualmente casa rural; la fragua, casino, escuelas de niñas y de niños; la biblioteca y otros locales comunales que facilitan la vida social y que son gestionados por personas voluntarias.

Destaca también la ruta del Cid; la Cañada / Cordel Oriental Soriana; los restos de calzada romana. Y, sobre todo, un entorno de gran valor ecológico: monte, la sima del monte Hueco, fuentes, caminos, ranchos; ganado lanar, fauna y flora muy diversa, huertas ecológicas, red de pozos, un cielo limpio con ausencia de contaminación lumínica…

Si por algo destaca este pueblo es por su rico patrimonio humano: una asociación cultural (la Peña) con cerca de 400 personas socias y con sede en la antigua escuela de niños; la asociación cultural del patrimonio del Santo Cristo de la Vega, con 118 personas socias; la experiencia de la Fiesta de Oficios, donde de forma voluntaria y comunal se muestran, cada tres años aproximadamente (la última edición ha sido en verano de 2018), las artes y oficios que antaño se daban en estas tierras y cuya demostración corre a cargo, principalmente, de las personas mayores que en su día ejercieron esas tareas. También las exposiciones realizadas por vecinos del pueblo en temas tales como fotografía, filatelia o fósiles, espectáculos de danza, concurso de poesía –el premio de poesía de la Espiga tiene ya larga tradición, este próximo verano será la edición XLIII-…

También se realizan actividades de gran interés comunal, realizadas por afición por vecinos y vecinas: árbol genealógico del pueblo; recogida documentada de tradiciones orales y fotografías, colección de objetos propios de la vida del pueblo antaño; actividades manuales tales como maquetas de los principales edificios del pueblo, hilado, jabón, pan, música…

Un bello pueblo para una vida buena en común.