A rebosar. Así están hoy en día la mayoría de almacenes de patatas en Castilla y León. Los productores no recuerdan otra campaña peor, en cuanto a precios se refiere. El año pasado una toneladada se pagaba a 145 euros, actualmente a 35 euros. Los agricultores prefieren almacenar a la espera de que repunte su valor y ya hay cooperativas como la salmantina de ARANPINO que tienen que alquilar más naves para guardar el doble de tubérculo que otros años.

Anualmente acumulan unos 12 millones de kilos. Esta campaña llegaran a los 20. Producir un kilo de patatas cuesta unos 11 céntimos. Ahora mismo el agricultore recibe entre dos y cinco céntimos, el resto son pérdidas.

Uno de los problemas es la saturación de producto en todos los puntos de venta. El remedio, dicen, sería regular las hectáreas y establecer unos cupos, como en el caso, por ejemplo, de la remolacha.