LEY ANTITABACO

A los camareros también les toca barrer la calle

  • Con la nueva ley antitabaco las puertas de los bares son un cenicero gigante
  • En los hospitales también se acumulan las colillas

La ley antitabaco sigue generando efectos secundarios. Las puertas de los bares se convierten en ceniceros gigantes. No todos los fumadores cumplen y las colillas terminan en el suelo, y ahora, ¿quién tiene que barrer la calle?. Pues los camareros, pero lo hacen bien, porque desde el Servicio de Limpiezas no han notado un incremento de suciedad.

La otra opción es convidar al barrendero al café de la mañana.

Y en el entorno de los hospitales también se acumulan las colillas. Los fumadores respetan el espacio sin humo, pero no tienen lugar donde tirarlas. Un capítulo más de la historia que nos deja ésta ley, pero no es el último.