Los novatos se subastan para luego realizar las tareas de los veteranos, hacerles fotocopias o cargar con sus apuntes. Pero para aumentar la puja, algunos optan por quitarse ropa, incluso terminan desnudos. La comisión de fiestas de la Facultad de Ciencias de la Educación Física y el Deporte asegura que lo hicieron de forma voluntaria, que no hubo vejaciones y que todos firmaron un consentimiento para participar, y los alumnos lo confirman.

Aunque la Facultad les negó el permiso, el vicerrectorado de Estudiantes les cedió una explanada para realizar, a la una y media de tarde, esta subasta. La universidad ha emitido un comunicado asegurando que suelen permitir actividades que fomentan la diversión y el buen ambiente, pero que desconcían esta subasta. Tomarán medidas para que no se repita, aunque los propios alumnos defienden su tradición de más de veinte años. Dicen que el problema no es la subasta, sino la difusión por redes sociales.

La Universidad asegura que el caracter voluntario no impide que sean considerados unos hechos fuera de lugar e impropios de una institución educativa. Que la fiesta, esta vez, se les ha ido de las manos.