No es la primera vez que Juan Vicente Herrera plantea dudas sobre su futuro político. En algunos momentos clave, ante retos importantes, ha dejado crecer los rumores sobre su continuidad en el cargo. Aunque en otras ocasiones, las necesidades de Castilla y León han inclinado la balanza hacia su continuidad al frente del ejecutivo de Castilla y León.

Siempre se marcó un horizonte. Ya en 2001 era así de claro. "En el año 2010 yo seguro que no soy presidente de Castilla y León, pero voy a ser un paisano" Hablaba de vivir en Burgos y de trabajar en su despacho como abogado.

Más allá de la fecha prevista seguía poniendo en tela de juicio su permanencia una década después. "Siento que el tiempo no pasa en balde para nadie y que todos, llegado un determinado momento, somos mucho más historia que futuro".

Herrera se ha definido a si mismo como hombre leal al partido, a disposición de las decisiones de Génova. Sin embargo siempre ha puesto por delante los intereses de Castilla y León. Los años de crisis, enfrentamientos con el Gobierno central, y los problemas internos en Castilla y León le han hecho aparcar en otras ocasiones la decisión sobre su futuro personal