Desafían a la lógica con cada acrobacia. Son pilotos de vuelos acrobáticos, una disciplina que engancha a todo el que la prueba: "Tienes unos sentimientos de adrenalina, de emoción", explica Camilo Benito.
La preparación física juega un papel importante, pero mucho más la mental. La competición se asimila más a "un trabajo", en el que cualquier mínimo fallo supone una bajada de las calificaciones. Además, el programa a volar no se conoce hasta el día anterior.
Los mejores pilotos se han dado cita en el Campeonato de España de Vuelos Acrobáticos, celebrado en el aeródromo Beatriz Cantos de Matilla de los Caños (Valladolid). Algunos de los 22 mejores especialistas también representaron a nuestro país en el Mundial. "Lo llamamos el campeonato del mundo de resistencia. Mantenemos un estado de estrés permanente: el que mejor lo gestiona, mejor resultado tiene", apunta Castor Fantoba.
Pero no solo ellos tienen que prepararse. Sus aviones pasan un control exhaustivo, garantizando la seguridad en todo momento. Ahora el objetivo es encontrar una fórmula para acercarse más al público y que cada vez más gente pueda disfrutar de estos auténticos acróbatas del aire.
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