Leticia Sánchez / rtvcyl
De madrugada se confirmaba el peor de los presagios posibles. A las dos de la mañana fallecía en el hospital de León el secretario general de la Consejería de la Presidencia. Santos Villanueva de 36 años no lograba superar el traumatismo craneoencefálico severo que sufría al ser golpeado por una roca que se desprendía en el Pico de Peñasanta en León donde practicaba montañismo, una de sus pasiones.
Eran las tres de la tarde cuando la fatalidad quiso que se produjera el terrible accidente. Santos Villanueva acompañado de su mujer y de amigos con los que practicaba montañismo subía por la cara norte de este Pico de Peñasanta en León cuando una roca desprendida le golpeó brutalmente en la cabeza.
El impacto fue tan violento que le rompió el casco que llevaba y le dejó inconsciente en el sitio, una zona inaccesible donde tuvo que ser rescatado por un helicóptero. Dos miembros del personal de rescate le inmovilizaron en una camilla y lo izaron en una grúa hasta el helicóptero que lo evacuó hasta Oseja de Sajambre y lo trasladó al hospital de León.
La noticia se transmitía entre la incredulidad y el asombro a sus amigos y conocidos. Escalofrío e incertidumbre a la espera de que lo ocurrido no fuese tan grave como parecía. Perplejidad entre quienes hace apenas 72 horas habían compartido charla con él tras la rueda de prensa del primer consejo de gobierno tras las vacaciones. Consternación a la espera del milagro.
Villanueva de 36 años se debatió entre la vida y la muerte hasta las dos de la madrugada cuando falleció debido al severo traumatismo craneoencefálico que sufría. Un fatal infortunio que nada tuvo que ver con la imprudencia.
Experimentado y conocedor montañero, siempre prudente, la montaña era una de sus pasiones de la que le gustaba disfrutar con los suyos. Peñasanta de Castilla en el corazón de Picos de Europa es una de las montañas más bellas de la Península Ibérica.