Fuentidueña es la cabeza y sede de la Comunidad de Villa y Tierra de Fuentidueña. Su antigüedad, su patrimonio histórico, el enclave medioambiental, junto con su proyección internacional por parte del Metropolitan Museum de Nueva York la convierten en un municipio de características sin igual en toda la provincia de Segovia.

Fuentidueña está declarada como Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico.

La Villa de Fuentidueña se encuentra situada en el extremo norte de la provincia de Segovia, alzándose sobre un estrecho valle formado por el río Duratón, situación geográfica única que explica la importancia de la villa durante la Edad Media.

El rasgo más característico de Fuentidueña es su emplazamiento, calificado como fronterizo en la época de la reconquista por todos los autores que se han dedicado a su estudio.

La muralla de Fuentidueña fue declarada Bien de Interés. Si bien se desconoce con exactitud la fecha de su construcción, los estudiosos sobre ella, señalan alrededor del año 1.000 la fecha en que posiblemente se levantase. En la parte oriental, la muralla es natural. Está constituida por el modelado del río Duratón constituyendo unos tajos infranqueables. El resto del recinto amurallado, conservado casi en su totalidad, en la parte norte lo forman las casas que están construidas sobre ella y aprovechando sus muros, en su parte occidental y sur, se puede contemplar su perfil y su conexión con el castillo.  Se accedía al recinto amurallado a través de tres puertas.

El castillo de Fuentidueña está declarado Bien de Interés Cultural. Como es habitual en Castilla, esta construcción se asentaba en la parte más alta de la localidad. Hoy apenas se conservan unos pocos restos, ya que sus muros han servido de cantera libre.

El Hospital de la Magdalena fue una fundación de D.ª Mencía de Mendoza, señora de Fuentidueña, en el año 1540. Hoy en día se encuentra en ruinas y estuvo en pie hasta la década de los sesenta del siglo pasado. Era una institución hospitalaria dedicada a la acogida de enfermos, arrecogidas, etc.

La iglesia de san Martín fue declarada Monumento Histórico Nacional en el año 1931. De esta iglesia sólo se conservan los restos de un torreón y los muros laterales, ya que su ábside se donó intemporalmente por el Gobierno español, en la década de 1950, al Museo Metropolitan de Nueva York.  Hoy en día se encuentra escrupulosamente conservado y protegido por el Metropolitan Museum.

Rodeando a la Iglesia de san Martín, se encuentra una necrópolis alto medieval, de tumbas excavadas en la roca. Están todas orientadas hacia el Oriente, y un pequeño museo al aire libre, muestra cómo eran los enterramientos en la época. Junto a ella, se encuentra un osario con los restos exhumados de ellas.

Situada intramuros en la parte alta del pueblo está situada la Iglesia de San MIguel, junto al camino que asciende hacia las ruinas de la de San Martín y del Castillo, fue declarada Bien de Interés Cultural..

Situada extramuros se encuentra la Iglesia de Santa María, junto al puente y en la margen izquierda del río Duratón, se dice que debió de ser erigida sobre los restos de una primitiva ermita a la que en el siglo XI se le añadiría su tosco ábside de mampostería. 

La capilla del Pilar o del Palacio, es de manufactura posterior al palacio, ya que este es de construcción anterior a la de la iglesia. Fue declarada Bien de Interés Cultural.

Formaba parte del conjunto residencial de los condes de Fuentidueña, que también lo eran de Montijo en aquella época. Como anécdota, es de reseñar que la planta es idéntica a la de la capilla del Palacio Real de Madrid y que la futura emperatriz de los franceses, Eugenia de Montijo, pernoctó en dicho Palacio durante su viaje a París para contraer matrimonio con Napoleón III. Ha sido convertida en Posada Rural por sus actuales propietarios, convirtiéndola en uno de los alojamientos más insignes de la Provincia, rebautizándola como “Palacio de los Condes”

El convento de san Juan de la Penitencia fue fundado por la orden Mercedaria, en 1299 con el nombre de Santa María de la Merced. Hoy en día, se ha restaurado como centro de convenciones y celebraciones.

En la confluencia de la carretera de Calabazas y de los Valles, se encuentra la Cruz de la Piedad. Es un humilladero, ante el cual oraban los villanos que emprendían viaje o salían de Fuentidueña, de ahí su nombre.

Las fiestas de Fuentidueña son San Miguel, el 29  de septiembre o fin de semana más próximo, y la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre. Es muy interesante la celebración de la Chisquereta el 7 de diciembre, que es una descomunal hoguera en el atrio de la Iglesia de Santa María, con cuyas brasas, se asan chuletillas y se comparten momentos de alegría gastronómica y de camaradería.

Fuentidueña cuenta con dos molinos que aprovechaban la fuerza motriz del agua, gracias a su abundancia de manantiales y riqueza de este recurso natural.

Uno de ellos, se conserva perfectamente y funciona, enseñándolo su propietario si se le solicita. Incluso se autoabastece de electricidad.