Siete jóvenes de Soria decidieron en 2005 crear su propio negocio y quisieron hacerlo en su municipio, en Añavieja. Viendo la tradición en el cultivo de la patata en esta zona, pensaron en aprovechar el tubérculo y decidieron freir patatas de calidad. Martirelo es el nombre de la empresa que coincide con las iniciales de los apellidos de estos siete emprendedores sorianos.