La crisis ha dejado viviendas a medio construir en las ciudades y, a su lado, todavía se levantan enormes grúas. Grúas que molestan a los vecinos y que, de momento, las empresas propietarias no tienen pensado retirar. Las mantienen en señal de protesta para que las constructuras les paguen lo que les deben.
En éste ultimo año la organización de consumidores FACUA ha recibido una veintena de quejas relacionadas con este tema. Con las obras paralizadas, los constructores han dejado de pagar a las empresas alquiladoras de grúas y éstas a su vez intentan cobrar la deuda, no moviéndolas del lugar.
En Soria, por ejemplo, las grúas del edificio Playa no se mueven desde hace cinco años. Están abandonadas incumpliendo la normativa que dice que cada 4 meses deben pasar la inspección. En Ponferrada éstas grúas no funcionan desde el mes de abril cuando se congelaron las obras del museo nacional de la energía. Imágenes que se repiten en provincias como Avila y Valladolid.
Los afectados son los vecinos con viviendas colindantes, que ven cómo las grúas se mueven al capricho del viento y lo peor de todo dicen, es que lo hacen sobre sus casas.