Ahora tienen 27 años este joven soriano padece parálisis cerebral, una enfermedad congénita que muchas familias no saben como afrontar al principio.
A esta familia se le presentó una situación complicada y respondieron con fuerza intentando mejorar la situación de su hijo y de otras familias que padecen el mismo problema, luchando por crear una asociación.
Su día día lo tienen ya estructurado. Para ellos ya es una situación normalizada y su rutina diaria, y su mejor recompensa son los abrazos de su hijo.