Cientos de personas volvieron a pedir hoy en la N-I “una solución inmediata” para que se liberalice la autopista de peaje AP-1 y “paren las muertes en la N-I”. Lo hicieron apenas 24 horas después de que un camionero burgalés de 51 años perdiera la vida a la altura de Monasterio de Rodilla y apenas 15 días después de que cinco miembros de origen francés fallecieran en esta vía a la altura de Pancorbo (Burgos).
 
En el lugar del último siniestro mortal, en el que se vieron implicados dos camiones en el kilómetro 263 de la N-I, los miembros de la Plataforma de Afectados por la Nacional I, y familiares del último fallecido, recriminaron al Gobierno central y a la Junta de Castilla y León “la pasividad de un asunto que hace que se sigan cobrando más vidas”.
 
Así lo manifestó en declaraciones a la Agencia Ical el portavoz de la Plataforma, Rafael Solaguren, quien se pregunta “cuántos más tienen que morir para que alguien haga algo y se liberalice de una vez por todas la autopista de peaje”. En este sentido, lamentó que “apenas unas horas después de mantener una reunión con el director provincial de la Dirección General de Tráfico de Burgos en la capital burgalesa les comuniquen un nuevo accidente mortal”.
 
“Están muy bien los informes pero aquí hay que tomar una solución definitiva si no queremos lamentar más muertes como la de este padre de familia que no cometió ninguna imprudencia”, aseveró Solaguren, muy critico con la actitud de algunos dirigentes que “parece que echan la culpa a los conductores en lugar de recordar que en el tramo del último accidente no se ejecutó la obra que estaba licitada desde el año 2010”. “Eso no se dice y eso es así”, reprochó.
 
Cruz en el recuerdo 
 
En el lugar en el que en la mediodía de ayer perdió la vida el camionero burgalés, que vivía en Sotopalacios (Burgos) se colocó una cruz que servirá “de recuerdo para él y los suyos”. “Esperemos que sea la última...”, añadió el portavoz.
 
Los presentes realizaron una performance para “dar visibilidad al problema” de la nacional emulando los servicios de asistencia a las víctimas en carretera. Una imagen real “y de impacto” con la que esperan “salir en los medios” y “provocar que les hagan caso de una vez por todas”.