SUCESOS | BURGOS

La Guardia Civil detiene en Belorado a nueve personas implicadas en robos en Burgos, Navarra y La Rioja

  • El grupo contaba con una perfecta infraestructura, gran actividad delictiva y movilidad geográfica

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La Guardia Civil detuvo en Belorado (Burgos) durante la semana pasada, a nueve personas con edades comprendidas entre los 17 y 33 años de edad, entre ellas un menor, dentro de la ‘Operación Belorum’ que se inició en el mes de abril. Los agentes practicaron tres registros en domicilios y lonjas, y recuperaron numeroso material sustraído. Adicionalmente, fue desmantelado un laboratorio interior de marihuana y fueron esclarecidos 12 hechos delictivos vinculados a las provincias de Burgos, Navarra y La Rioja.

Los detenidos son de distintas nacionalidades, según apuntó el sargento Lacalle, “ciudadanos del este, rumanos y moldavos, un ciudadano de la República Dominicana y otro español”. A G.A.G., D.I.I., D.C., V.C., V.U., N.S.M., A.P. y al menor se les considera autores de los delitos de asociación Ilícita y robos con fuerza en las cosas, mientras que a E.N.C. se le imputa adicionalmente los delitos de tenencia ilícita de armas y de tráfico de drogas, “aunque ninguno violento”.

Las investigaciones, dentro de la ‘Operación Belorum’, se iniciaron el pasado mes de abril, al detectarse un aumento en los robos y hurtos en la comarca de Montes de Oca y alrededores. El sargento Lacalle explicó que fue “especialmente laboriosa y compleja, ya que es la cuarta operación que realizamos en dos años en Belorado y muchos de los objetivos han ido acumulando experiencia en base a detenciones anteriores y nos han dificultado mucho la labor”.

Por ejemplo, “han utilizado once vehículos distintos en apenas tres meses, lo que complicaba los seguimientos, también los lugares de ocultación”. La información obtenida en las inspecciones oculares fue cotejada con la existente en otros hechos acaecidos en La Rioja y Navarra. Todas presentaban similitudes: localidades dispersas y aisladas, zonas rurales poco pobladas, buscando siempre la debilidad de sus habitantes. A los objetivos de siempre, domicilios y explotaciones agrarias, se sumaba ahora bares, teleclubs y centros socio-culturales.

La gran cantidad y el amplio abanico de objetos sustraídos: pantallas de tv, ordenadores, teléfonos móviles, material informático y electrónico, dinero, joyas, herramientas manuales y eléctricas, maquinaria, gasoleo, licores, tabaco, snaks, helados, equipos de música, radiocasettes, menaje de hogar y cocina…, hizo pensar en un grupo numeroso, en el que cada componente desarrollaba una función.

Las pesquisas realizadas, vigilancias y seguimientos discretos, así lo corroboraron: se trataba de una banda clara y fuertemente jerarquizada, perfectamente organizada, con reparto de funciones, dotados de una gran movilidad geográfica, de gran actividad delictiva, con fuertes medidas de vigilancia y contravigilancia, circunstancia ésta que dificultó claramente la labor policial, ya que además se desplazaban siempre a altas velocidades, cambiando continuamente el sentido de marcha, utilizando numerosos vehículos.

Los componentes, a los que no se les conoce actividad laboral alguna, llevaban un alto nivel de vida. A uno de los integrantes se le sitúa asiduamente en el entorno escolar, en horario de recreo o a las entradas y salidas, contactando con jóvenes. Las gestiones realizadas le vinculan con la venta de droga al menudeo, y con la tutela de un laboratorio de marihuana que ha sido desmantelado.

Éste se encontraba perfectamente acondicionado y aclimatado para obtener varias cosechas al año. En el registro fueron incautadas 35 plantas verdes, 33 macetas vacías con restos secos así como material e instrumentación especializada, interviniéndose además una pistola simulada y que pudiera haber sido manipulada.

En cuanto a su forma de operar, actuaban de noche, se desplazaban en dos vehículos, en grupos de cuatro componentes en el que cada uno tiene una función definida y utilizaban la fuerza para acceder a los objetivos, haciendo acopio de toda clase de objetos de fácil venta. De día obtenían información sobre posibles objetivos siendo el cabecilla, a pesar de su juventud, el que decide el lugar, horario e itinerarios, al que todos obedecen. Perpetrado el robo, transportaban el botín a naves abandonadas, lonjas o lugares retirados de sus habituales domicilios para no levantar sospechas, deshaciéndose rápidamente del botín, mediante la venta a terceros o en establecimientos de segunda mano.

Todos los componentes participaban en el reparto de las ganancias obtenidas del botín. En ocasiones repetían el local anteriormente asaltado. Tres son los laboratorios de marihuana desmantelados en la provincia de Burgos (Aranda, Sotopalacios y Belorado) en lo que va de año, a los que hay añadir los de Cantabria y Salamanca, éste último de corte y adulteración de cocaína; y cuatro las operaciones desarrolladas por la Comandancia de Burgos en esta localidad de Belorado, desde abril de 2012, para erradicar los delitos contra el patrimonio.

Por el momento, se descartan más detenciones. Las investigaciones han sido dirigidas por el Juzgado de Instrucción de Briviesca, en coordinación con la Policía Judicial de la Comandancia de Burgos y Puesto de Belorado. Los efectos recuperados permanecerán expuestos en el Puesto de la Guardia Civil de Belorado, sito en Avda. Burgos nº 25, para que los interesados que fueron víctimas de robos en sus viviendas, comercios o naves durante los últimos meses puedan reconocerlos, “y así el número de delitos esclarecidos se ampliará”, señaló el sargento.