Los centros de ocio infantil han vuelto a abrir con algunas limitaciones. Los conocidos como parques de bolas ven complicado desinfectar perfectamente estos espacios. Los establecimientos que ya están funcionando se enfrentan además al recelo de muchos padres sobre la protección del coronavirus en estos centros. 

Además de normas de limpieza, a estos centros se les exige que el aforo máximo sea un tercio del total. Algunos propietarios indican que esto no es problema si los niños disponen de mascarilla, zapatos y ropa higienizada. Las salas privadas se han limitado a venticinco personas y después de ser usadas entran en cuarentena durante varios dias y se limpian con viricidas. Además, utilizan una máquina especial y productos hidroalcohólicos volátiles para mejorar la desinfección. 

Han recibido la reserva de los primeros usuarios pero apenas son un veinte por ciento de las habituales para estas fechas.