Será solo eso, una advertencia, pero la CNMV confía en que oriente a los inversores antes de decidirse y evitar problemas como los que generaron la venta de preferentes, que se colocaron a gente sin los conocimientos necesarios.
Al igual que al cruzar la calle, los colores del semáforo advertirán del riesgo de adquirir uno u otro producto financiero. El verde será para inversiones sin riesgos. Y a medida que se pasa del ambaral rojo, la complejidad aumenta.
La CNMV lo pondrá en marcha a partir de octubre para evitar fiascos como el de las preferentes, pero no harían falta medidas como esta si se cumpliera con la legalidad vigente, que ya previene a los consumidores no profesionales.