En ocasiones cuando vemos algo que nos gusta o que deseamos 'se nos cae la baba'. Por ejemplo, cuando observamos un bote de cebolletas, de pepinillos, un pastel...La cantidad de saliva que producimos diariamente se la debemos a nuestras glándulas salivales, las cuales se ubican dentro de cada mejilla. Estas pueden producir entre uno o dos litros de saliva al día.

Depende de lo que comamos la producción de saliva de una persona varía por diversas razones. Beber mucha o poca agua, determinados olores e incluso visiones.

El mayor componente que incide en esto es la vejez, pues la cantidad de saliva producida por un individuo disminuye proporcionalmente con el avance de la edad. Durante toda su vida una persona llega a producir unos 34.000 litros de saliva, y las personas que no pueden producir saliva padecen la enfermedad conocida como xerostomía (boca seca).

Fuente: LiveScience