FERMOSELLE es un pueblo de unos 1.200 habitantes, situado al Suroeste de la provincia de Zamora, en el límite con la provincia de Salamanca y el país vecino, Portugal. Está enclavado en el Parque Natural Arribes del Duero, por lo que el entorno que le rodea es una reserva protegida, rica en magníficos paisajes y una variada fauna en la que abunda el águila perdicera, el alimoche o la cigüeña negra, especies en peligro de extinción. La situación estratégica de Fermoselle hace que posea un microclima especial, con temperaturas más cálidas que en la penillanura, lo que facilita el cultivo del olivo, la vid y otros muchos frutales, por ello Fermoselle también es reconocida internacionalmente por sus vinos y aceites.
Fermoselle fue nombrada conjunto histórico- artístico en 1974, contando con un extenso patrimonio: La Iglesia Nuestra Señora de la Asunción (Bien de Interés Cultural desde 2013), la Iglesia de Santa Colomba, con su Cristo del Humilladero que data del siglo XI, el Convento de San Francisco, donde actualmente se encuentra el Centro de Interpretación del Parque Natural Arribes del Duero, sus tres ermitas, las ruinas del Castillo de Doña Urraca, que cuenta con uno de los miradores más bellos del cañón del Duero, su tradicional arquitectura con multitud de casas construidas sobre peñascales, sus calles empedradas, sus excelentes miradores y sobre todo, el magnífico entramado de bodegas subterráneas, que sumará unas 1.200, y que constituye otro pueblo por debajo del suelo, siendo actualmente uno de sus mayores atractivos turísticos.
Fermoselle es bello, desde que nos adentramos en su interior hasta caminando por él, admirando sus edificios y construcciones únicas, y más allá, mirando desde Fermoselle...Un lugar privilegiado donde se unen dos ríos, el Duero y el Tormes, y regalan la naturaleza en su estado más puro.