FICHA TÉCNICA:

• Película: War horse (Caballo de batalla).
• Título original: War horse.
• Dirección: Steven Spielberg.
• Países: USA y Reino Unido.
• Año: 2011.
• Género: Drama, bélico.
• Interpretación: Jeremy Irvine (Albert), David Thewlis, Emily Watson, Toby Kebbell, David Kross, Peter Mullan, Niels Arestrup, Eddie Marsan, Benedict Cumberbatch, Tom Hiddleston, Celine Buckens. Guión: Lee Hall y Richard Curtis; basado en la novela de Michael Morpurgo.
• Producción: Frank Marshall y Steven Spielberg.
• Música: John Williams.
• Fotografía: Janusz Kaminski.
• Montaje: Michael Kahn.
• Diseño de producción: Rick Carter.
• Vestuario: Joanna Johnston.
• Distribuidora: The Walt Disney Company Spain.
• Estreno en España: 10 Febrero 2012.

SINOPSIS:

“War horse (Caballo de batalla)”, basada en una novela de Michael Morpurgo, nos contará la extraordinaria historia de amistad que surge entre el joven Albert y un caballo llamado Joey, separándose sus caminos a causa de la Primera Guerra Mundial. El padre de Albert vende a Joey a la caballería del ejército británico para luchar en el frente. Joey será testigo de un extraordinario periodo de la Historia con la Gran Guerra como trasfondo.  A pesar de los obstáculos que encuentra en su camino, su coraje será fuente de inspiración para todos los que se cruzan con el noble animal. Albert no puede olvidar a su caballo y abandona su hogar para luchar en los campos de batalla de Francia. Allí busca incansablemente a su amigo para traerlo sano y salvo a casa.

CRÍTICA:

“Una película soberbia en varios aspectos, uno de esos momentos de buen cine que nos reconcilian con la pantalla grande, y que nos incitaría a gritar ¡a la tele que la zurzan! Pero no seamos desagradecidos. ¿Mi conclusión antes de empezar este escrito? Sencillamente, que Steven Spielberg es un narrador que hace mella.”

Confieso que admiro a Spielberg desde hace lustros. Creo que ha sabido darle al cine un aire fresco con una sabrosa mezcla de buenos libretos, sin los que nada es posible, un amoroso cuidado en la elección de sus actores, en particular los secundarios, y su peculiar manera de tocar los corazones.

Cuando analizamos su filmografía, amén de los conocidos éxitos comerciales que le convirtieron en una de las mayores fortunas de la profesión (el Rey Midas de Hollywood, título que se ganó a pulso), destaca un título con similares características a War Horse: “Salvar al soldado Ryan”. Encontramos la misma épica en la narración e idéntico esmero en detalles.

Otra peculiaridad del Director, que pocos han alcanzado, es su asombrosa capacidad para conmovernos. No he sido capaz de ver dos veces “La lista de Schindler” porque remueve lo más íntimo que tengo. Buena parte de mi familia paterna formó parte de esos convoyes que salieron de Hungría hacia los crematorios.

Su ternura, también, es un rasgo que despunta: “El color púrpura”, y más recientemente en “Amistad”, Spielberg nos obliga a contemplar la crudeza de una realidad que hubo sido, destacando el peligro de que la bestia inmunda renazca de sus cenizas. Porque la historia es un perpetuo retroceso, una puerta abierta a las barbaridades que tanto comete el hombre. En “E.T. el extraterrestre”, “Encuentros en la Tercera Fase” e “Inteligencia Artificial”, logra, además, que un improbable futuro nos resulta tan natural y entrañable como el más corriente de los culebrones.

Pero no nos desparramemos y vayamos por partes, que la película se lo merece:

Desde las primeras imágenes destaca la fotografía, excelente, así como la música  de John Williams. Spielberg ha sabido conjugar esos dos artes para que la magia opere. Los decorados son soberbios, naturales o creados. Los movimientos de la cámara son, en ocasiones, incluso osados. Los planos de la carga de caballería resaltan, con el ralentí del jinete cuando se enfrenta a la muerte.

Otro rasgo de la cinta es el aporte de detalles que suman: la oca que defiende la granja contra los extraños o que picotea el pantalón de su amo para que se quede en casa, un banderín ajado por el sudor y los años, el agua de un simple cubo tras una jornada intensa, tijeras para cortar alambre que vuelan como estorninos, o esa pata que vacila bajo un cuerpo que no cede.

La interpretación es exacta, sin melodramatismo excesivo. El elenco se ajusta a sus personajes con sobriedad y elegancia, cada cual en el momento y con el tono que conviene, lo que se aprecia mejor en la versión original inglesa.

¿Otro detalle relevante? La manera en que se contemplan vencedores y vencidos. No hay “malos” o “buenos”, sólo hombres que se matan con los mismos sufrimientos. War Horse es un canto a la Paz, un panfleto contra la villanía de esas guerras civiles que asolaron nuestra Europa. Encontré o entendí como un grito contra los poderosos que siempre tejen los hilos.

La película es muy comercial, y aunque tiene algunos trazos que la arriman a las grandes, intuyo  que le falta un “algo” para ser obra de arte.

He dicho.