Ingredientes:
- Tripas y patas de cordero
- Sal
- Aceite
- Cebolla
- Ajos
- Pimiento
- Arroz
- Perejil
- Guindilla
Elaboración:
Se echa en una cazuela el aceite y se doran la cebolla y el ajo troceados, además de unos trocitos de pimiento. Cuando esté todo dorado, se echan las tripas y los callos de cordero cocidos previamente.
Se espera a que esté bien rehogado, se echa el arroz, se machaca un ajo con perejil y se le echa el agua que admita. Si gusta el picante, se le pone una guindilla.
El guisao de tripas lleva bastante tiempo. Hay que mezclar el vientre con las patitas y cocerlo todo. Es necesario lavarlas mucho con sal, luego cocerlas y quitarles las escamas. Después se meten las tripas dentro del vientre, se hace una especie de bola, se ata una de las tripas y se pone a cocer dos horas con las patas, de dos en dos o las cuatro juntas.
El agua de este guiso es la que luego se le echa al arroz.
Costumbres y curiosidades:
Para elaborar este plato se utilizaba un pote, que era una vasija redonda con barriga, boca ancha y tres pies, que solía tener dos asas pequeñas, una a cada lado, y otra grande en forma de semicírculo.
En muchas localidades de Sayago y Salamanca se denomina chanfaina al arroz con callos, mientras que en otras de Aliste, Tábara y Alba, este plato es simplemente conocido como arroz con tripas, arroz con callos o, como sucede en este caso, guisado de tripas.
Este plato, aún en vigencia, se elabora en época de matanza (noviembre).