La diseñadora burgalesa Amaya Arzuaga ha clausurado la XIII edición de la Pasarela de la Moda de Castilla y León con su colección pret a porter AA, que presentó en la pasarela de Cibeles, aunque completada con un vestido negro de la colección de alta costura que presentó en París.

En declaraciones a los periodistas, Arzuaga ha explicado que no podía venir a su "casa" y no mostrar alguna de las piezas de la colección con la que se ha estrenado este año en la Pasarela de París donde acabó "encantada pero algo estresada" porque "allí cada uno se busca la vida y los desfiles se organizan en lugares distintos, como en museos".

Ante la posibilidad de que en Burgos pueda importarse esta idea y organizar algún desfile en el Museo de la Evolución Humana, Arzuaga ha reconocido que todavía no lo conoce, aunque ha asegurado que lo visitará "en breve".

Sobre la colección AA, Arzuaga ha explicado que se trata de una "adaptación a la calle" de su moda pero que "mantiene la esencia" y elementos característicos de sus diseños, como los juegos de volúmenes.

La diseñadora ha señalado que para la próxima temporada primavera-verano ha apostado por una "revisión de la silueta femenina" creando volúmenes con varillas en los vestidos y ha incluido también numerosos monos con pantalón largo y short.

Tras los diseños de AA que ya desfilaron en Cibeles, Arzuaga ha mostrado un vestido negro con tubos de tul rígidos que, en su opinión, "resume la dualidad del frente y el perfil" que marcó la colección presentada en París.

En la jornada de clausura de la Pasarela de Castilla y León han participado también la leonesa María Lafuente que recientemente presentó su nueva colección en Cibeles, la también leonesa Susana Escribano, la salmantina Fely Campo, los palentinos afincados en Berlín Poti Poti y un grupo de cinco de los diseñadores emergentes más destacados de la Comunidad autónoma, entre los que destacan los vallisoletanos Punto G.

Los chamanes, inspiración para María LaFuente

María Lafuente no pierde su esencia y sigue aportando magia a sus creaciones. La diseñadora se inspira en los chamanes para crear su colección de primavera-verano 2011. Lafuente toma de referencia a este tipo de personajes después de su contacto con el artista Pedro Sandoval, encargado de pintar las ilustraciones que portan los vestidos de la creadora.

Con una puesta en escena característica de María Lafuente en la que ningún detalle se deja al azahar, las modelos lucieron sus prendas subidas a unos tacones de 15 centímetros de altura, que jugaron una mala pasada a una de la maniquís que cayó de rodillas en medio de la pasarela.

Impresionantes coletas de caballo lucieron las modelos para reflejar mayor altura a ritmo de la música creada para la ocasión por David Dalmau, Elena Hidalgo y Héctor Samproña. El color rojo marcó parte del desfile así como los detalles dorados de los maniquís.

Lafuente ha pretendido con esta colección una evolución de sutilezas, pero de grandes contrastes en el patrón con piezas geométricas que aporten volumen favorecedor a la mujer. La diseñadora señaló que la feminidad siempre debe reflejarse en sus prendas. Los tejidos son naturales, sedas y algodones y la mezcla de ambos.