CINE

'Templario'

  • "La co-producción inglesa y estadounidense genera una simbiosis que sorprende, una mezcla de Shakespeare con su "Rey Lear" y de Nicolas Ray en "55 días en Pekín".

José S. Isbert / rtvcyl.es

Puntuación: 7/10

  • Película: '´Templario
  • Título original: 'Ironclad'
  • Dirección: Jonathan English
  • País: USA y Reino Unido
  • Año: 2011
  • Duración: 121 min
  • Género: Acción
  • Interpretación: Paul Giamatti (rey John), Kate Mara (lady Isabel), Brian Cox (Albany), James Purefoy (Marshall), Derek Jacobi (Cornhill), Mackenzie Crook (Marks), Jason Flemyng (Beckett).
  • Producción: Rick Benattar, Andrew J. Curtis y Joanthan English.
  • Guión: Jonathan English y Erick Kastel
  • Fotografía: David Eggby
  • Montaje: Peter Amundson y Gavin Buckley
  • Diseño de producción: Joseph C. Nemec III
  • Vestuario: : Beatrix Aruna Pasztor
  • Distribuidora: DeAPlaneta

Sinopsis

Corre el año 1215. El rey Juan I de Inglaterra (Paul Giamatti) se ha visto obligado a firmar la Carta Magna. Furioso, recluta un despiadado ejército de mercenarios que empieza a arrasar el país para restaurar la monarquía absoluta. Tan solo un grupo de caballeros reunidos por el barón Abany (Brian Cox) y atrincherados en el castillo de Rochester se interpone entre él y la victoria. Junto a ellos, Marshall (James Purefoy), un caballero templario atormentado por la culpa ante las atrocidades que cometió durante las cruzadas, y unos mercenarios entre los que se encuentran Beckett (Jason Flemyng) y el joven Guy (Aneurin Barnard). En medio de la batalla, Marshall deberá lidiar además con sus florecientes sentimientos hacia Isabel (Kate Mara), la hermosa señora del castillo y esposa de Reginald de Cornhill (Derek Jacobi).

Crítica

"Tuve la fortuna de ver Ironclad (Acorazado) en su versión original inglesa. Los matices interpretativos, excelentes, enriquecen un conjunto excepcional tratado con extrema crudeza. La co-producción inglesa y estadounidense genera una simbiosis que sorprende, una mezcla de Shakespeare con su "Rey Lear" y de Nicolas Ray en "55 días en Pekín".

El tema de los Templarios está a la orden del día, y no siempre por las más nobles razones. La resurgencia de los Monjes Guerreros, también llamada Orden de los Pobres Caballeros de Cristo u Orden del Temple, está cobrando fuerza y vigor en la actualidad en los países de su mayor implantación histórica: Francia, España, Portugal e Italia entre los más notables.

Sin embargo, la filosofía o la espiritualidad del movimiento Cruzado también sirve de pretexto a los fanatismos más sangrientos. Los extremistas musulmanes nos califican de esa forma para justificar su xenofobia. Y, más recientemente, un desquiciado noruego también endosó virtualmente el sobretodo blanco con la Cruz de Malta para asesinar a decenas de sus conciudadanos. En un ridículo intento de ecumenismo vergonzoso, también se reclamó de la franc-masonería y de un ejército inventado. Lo único que ha omitido es el cucurucho blanco del Ku-Kux-Klan y el asociarse al movimiento hippy.

Pero volvamos a la película «Templario»… Si me reporto a la última versión sobre un tema parecido, con Nicolas Cage en el personaje principal en la cinta «En tiempo de brujas», la versión americana se derrumba bajo el peso de sus latas y aceros. Le sobra de todo y le falta lo que más necesitaba: un sólido argumento con una base histórica irrefutable.

Templario-Acorazado la tiene. Juan Sin Tierra (extraordinariamente interpretado por Paul Giametti) ha existido. El sitio del castillo de Rochester es histórico, así como la oposición de los nobles a su rey por diversos motivos. Un detalle pasa casi desapercibido al final de la película: en su huída, el rey Juan perdió en las marismas las joyas de la corona de Inglaterra. Todavía las están buscando. Aviso a los interesados.

Todavía no se sabe por qué la historia perfirió llamarle «sin tierra», cuando careció de tantas cosas al final de su existencia. Sin joyas, sin amigos, sin salud, muriendo de disentería como cualquier plebeyo. ¡Qué poco glamour resulta que un magno rey de Inglaterra la diñe de cagalera!

El trabajo de los actores principales y de los secundarios es intachable, como corresponde a la tradición inglesa. Son los mejores actores del mundo por su dedicación, profesionalidad y resultado. Un ligero bemol en el guión estribaría en algunas explicaciones excesivas, pero que dan pie a confrontaciones interpretativas del mejor nivel. Derek Jacobi, el inolvidable CAFDAEL, luce una vez más su consumado arte.

La fotografía es soberbia, así como el vestuario, atrezzo, decorados y el montaje.

La realización de Jonathan English es acertada y realista, describiendo el universo de miseria, suciedad y crueldad de aquellos tiempos con tal precisión que hasta el olor de los cerdos nos llega.

En resumen, hacía tiempo que no disfrutaba tanto. Quizás la vea de nuevo para saborear más detalles. ¡Ah! Y tiene un final como los que me encantan. Pero conservaré un mutismo obcecado para no revelaros nada…