Siete monasterios de Castilla y León reciben Soletes Repsol

La nueva línea de galardones para obradores monacales premia el trabajo artesanal de las monjas reposteras de la Comunidad

Nacho Vicente

Los Soletes Repsol han abierto una nueva línea de reconocimientos culinarios: la de los obradores monacales. El trabajo artesanal de las monjas y sus dulces ha merecido 27 de estos galardones en toda España. Siete de esos Soletes han recaído en Castilla y León.

El monasterio de Nuestra Señora de Piedad de Palencia es uno de los galardonados. Para Sor María de Jesús, priora del convento, lo más importante es "el cariño de su clientela". Sor Elisea María explica que llevan "casi 40 años haciendo dulces; de los de toda la vida, otros nuevos y clásicos de temporada".

El éxito de sus productos es tal que hace años dejaron el tradicional torno y abrieron una tienda para atender la demanda.

En el monasterio de las clarisas de Soria aún funciona el torno, aunque Julia Muguerza les ayuda vendiendo sus productos en el exterior. Según explica, "a los clientes les gusta el valor artesanal de estos dulces".

Bocados divinos con reconocimiento humano que ponen en valor el trabajo de las religiosas reposteras de la Comunidad.