No fue un emperador notable ni conocido en su época, de hecho el pequeño tamaño de su tumba retrasó su localización. Pero el hallazgo de la tumba de Tutamkamon tuvo repercusión en los medios de todo el mundo. Su lecho funerario y los tesoros que lo rodeaban resucitaron el interés por el antiguo egipto. Nos los recuerda una exposición que podemos visitar estos días en Madrid.
Se pasaban muchos años preparando cada detalle del momento más importante de su vida, el viaje al más allá. En el caso de Tutankhmón lo hizo en tres sarcófagos encerrados a su vez en tres capillas funerarias. Fue en 1922 cuando este arqueólogo, Howard Carter descubrió su tumba, prácticamente intacta y con todos sus tesoros.
Aunque este faraón reinó muy poco tiempo, lo cierto es que con el paso de los años se ha convertido ya en todo un símbolo de Egipto.
Entre las réplicas más llamativas, el sarcófago de oro, la máscara funeraria, el trono del faraón o incluso el carro que usaba para desplazarse. Auténticas joyas que nos acercan un poco más a la grandeza del antiguo Egipto.