Castilla y León Televisión
El 25 % de las zanahorias que se cultivan en Castilla y León se desechan en fábrica y no llegan a comercializarse porque están rotas o dan la talla. Sin embargo, lo que nadie quiere se pueden en convertir en petróleo. Mejor dicho en un sustituto de esta materia para fabricar plásticos de origen vegetal. Investigadores de la Universidad de Valladolid lo han conseguido ya.
Un total de 43.000 toneladas de zanahorias al año se desechan en Castilla y León porque no cumplen los estándares de calidad para su venta. "La mayoría a vertederos y pequeña parte se destina a alimentación animal", cuenta, Marta Ramos, investigadora, Instituto Bioeconomía UVa.
En la Universidad de Valladolid han conseguido darle una segunda vida a estas zanahorias sometiendo a un proceso de agua caliente a presión y después a una ultrafiltración. Así han conseguido una materia biodegradable envoltorios, bolsas o bandejas de plástico. "Ahora hay una opción clara que no sea petróleo sino la propia biomasa la que puede generar esos plásticos", asegura, Juan García Serna, catedrático Ingeniería Química UVa.
Falta el desarrollo industrial, pero esta tecnología podría acoplarse a la industria agroalimentaria de la comunidad. "Poder acoplarnos y asociarnos con ellos sería clave", afirma, Danilo Cantero, investigador grupo Tecnologías a presión UVa.