Luis Pérez ha llevado su pintura hiperrealista por galerías de una docena de países, y este mes regresa a Valladolid para exponer en su ciudad natal. La muestra reúne 22 cuadros y 10 láminas que invitan al espectador a detenerse en el tiempo: imaginar el otoño en París o una noche de nieve en Nueva York, fotogramas congelados en los que se puede sentir hasta el frío.

"Al final es fotografía, pero también puede ser el cine, porque los cuadros que pinto trato de que sean también un poco escenas de película", explica el artista.

Dibuja desde niño, y hace 25 años comenzó a pintar. Su referente son los hiperrealistas norteamericanos como Richard Estes. "Siempre me fascinaba cómo era capaz de reproducir esos reflejos y esas calidades de las texturas", señala Luis Pérez.

Le inspiran el cine y la literatura estadounidense, pero cada lienzo comienza en un viaje con su cámara de fotos. "Cuando voy con la cámara por ahí, voy buscando el cuadro ya. No lo hago como 'qué foto tan bonita', sino ya pensando: me gusta esto que tiene los reflejos. Por ejemplo, un escaparate donde me veo los reflejos y veo la calle, entonces digo, esto es un cuadro ya tal cual está", explica.

Sus pinceles siempre buscan atrapar los destellos, las sombras y los reflejos, como los de este amanecer desde las alturas de un edificio de espejos en Manhattan.